"[...] ganado, seres pesados y toscos, brutalmente evacuados a un mundo que no guardaba para ellos esperanza ni meta, capaces de reproducir a su vez con bestial y viciosa fecundidad, duplicándose, triplicándose, multiplicándose, llenando el espacio y la tierra de una raza cuyo porvenir era una sucesión de ropas remendadas y compuestas compradas a un crédito exorbitante, porque eran blancos, en comercios donde esas mismas ropas se regalaban a los negros [...]".
WILLIAM FAULKNER, en ¡Absalón! ¡Absalón!