El reggae asalta el mundo editorial en castellano

Tras años de un incomprensible silencio editorial respecto a títulos relacionados con una expresión musical tan importante como el reggae, cuatro iniciativas independientes entre sí coinciden en el tiempo con cuatro libros especializados. Los aficionados al reggae tienen su festival, el masivo Rototom donde caben todas las expresiones culturales que forman este fenómeno y sus distintos aspectos, pero hasta la fecha no existían libros que llevarse a los ojos, salvo algunas honrosas excepciones que han ido apareciendo de manera anecdótica a lo largo de los años.
  Cuatro iniciativas que nacen de espaldas a la gran industria editorial y que evidencian que existen nicho de mercado por cubrir en el sector editorial, que son detectables si se dispone de la suficiente sensibilidad y valentía.



Esta situación de sequía ha vivido un vuelco en este último año con la aparición de cuatro títulos que muestran la riqueza y lo variado de los estilos musicales, estéticas y sensibilidades que forman el universo que englobamos dentro del reggae. Efectivamente, en primer lugar, el título que abrió la veda fue uno especializado en la considerada era dorada del reggae, la época del rocksteady que se dio en Jamaica a finales de los años 60. Lutxo Pérez es su autor y en Catarsis Rocksteady propone en clave novelada un repaso de los sellos, artistas y temas que definieron aquel momento en el que el reggae adquiría su mayoría de edad, dejando atrás los excesos del ska y volcándose en la sofisticación y el tempo pausado, aportando las bases sobre las que se desarrollarán los posteriores estilos. 

En aquellos años 60, algunos sellos discográficos españoles recogieron el testigo de los jamaicanos y dieron cabida en sus catálogos a algunos de los trabajos que se iban publicando fuera de la isla. Una de las mayores colecciones de esas joyas en forma de singles de vinilo de 7 pulgadas está en manos de Pedro García, quien junto con el agitador Toni Face han sacado adelante el libro 50 años de reggae en España, un compendio de portadas y referencias discográficas aparecidas en el mercado español, comentadas por estos expertos, reconocidos en ámbitos especializados por sus largas y activas trayectorias.


Por su parte, el punto de arranque de Bass Culture: la historia del reggae, es históricamente previo a las obras anteriores, pero su punto de llegada es mucho más actual, ya que casi llega a nuestros días. Publicada por la editorial Acuarela, su autor es Lloyd Bradley y su traductor Tomás González Cobos, quien también firma un prólogo en el que contextualiza la grandeza e importancia de esta expresión popular y dimensiona el fenómeno para abrir la puerta a este universo desconocido en muchos ámbitos culturales fuera de los especializados. Bass Culture está considerada como una de las obras fundamentales en la literatura musical especializada en reggae, porque en ella no sólo se da un repaso histórico a la música jamaicana, sino también se enmarca en su contexto social, económico y político.


Por último, Black Star ediciones ha traducido la biografí­a que sobre Sugar Minott escribió a periodista canadiense, Beth Lesser, figura clave en el registro de la explosión que sacudió el reggae tras la muerte de Bob Marley y devolvió al gueto su espacio. Se trataba del fenómeno del dancehall que tuvo en Sugar Minott a uno de sus artífices y máximos exponentes, con su estilo como vocalista cargado de soul y sus letras sobre la realidad del gueto donde vivía y desde donde desarrolló su exitosa carrera. Su iniciativa Youth Promotion fue una puerta de acceso a la industria musical para numerosos jóvenes del gueto, que acabaron convertidos en estrellas. El título de esta obra cargada de realismo y trascendencia es Sugar Minott y la leyenda de Youth Promotion.

(Esta es una iniciativa conjunta de las cuatro editoriales en la que hemos estado encantados de participar, para demostrar que no solo de competencia vive el mundo editorial. De paso, nos sirve para iniciar la prometida bibliografía reggae.)

Cuando el reggae era el rey: Bass Culture, texto canónico (de Blas Fernández)

(Reseña de Blas Fernández Lanseros sobre Bass Culture: la historia del reggae, de Lloyd Bradley, publicada en la edición impresa del Diario de Sevilla, además de en El Día de Córdoba, Granada Hoy, Huelva Información y Europa Sur)
El músico y productor Lee Scratch Perry.
Para comenzar, desmontemos, o casi, un lugar común: el reggae fue al punk lo que el añejo blues al rock de los 60 y primeros 70, el nutriente que aportó las calorías necesarias para poner el organismo en movimiento. Vale, sí… Pero esa tajante afirmación, teoría habitualmente aceptada sin mayores reparos, queda como mínimo en entredicho al rastrear la dieta de aquellos pioneros sound systems que, a partir de la década de los 40, articularían el desarrollo de la moderna música jamaicana. ¿Y sabe qué? Junto a expresiones autóctonas como el mento o geográficamente afines como el merengue y el latin-jazz, el rhythm&blues norteamericano, como más tarde el soul, formaría parte insustituible del menú. Así que el blues, o al menos alguno de sus vástagos, quedarían también registrados en el frondoso árbol genealógico del género.

La pronta exposición de esta conexión sirve como ejemplo de lo mucho que revela Bass Culture. La historia del reggae, célebre título del periodista musical y discjockey Lloyd Bradley, londinense de ascendencia jamaicana, por primera vez editado en español trece años después de su publicación original (entonces, bajo el título Bass Culture. When Reggae Was King). Con excelente traducción y divertido prólogo a cargo de Tomás Cobos, Bass Culture certifica ahora pues en castellano su condición de texto canónico, imprescindible a la hora de abordar la historia de ese otro semillero caribeño (un afectuoso saludo a Cuba) con importancia capital en el devenir de la música pop.
Resultado de una concienzuda labor de documentación, que incluye en primera persona las voces de los protagonistas del relato, el libro de Bradley –afortunadamente esforzado, además, en la contextualización histórica de cada periodo tratado– nos traslada en primer lugar hasta aquellos originarios dancehalls de los barrios populares de Kingston, imponentes en presencia y volumen, en los que el selector comprueba de primera mano qué funciona y qué no a la hora mantener en marcha al respetable. Sound systems que harán, como en tantas otras ocasiones, de la necesidad virtud: la música que pinchan está al margen del único canal convencional de la época… (Sigue leyendo)

Playlist "Bass Culture": el libro capítulo a capítulo


Una de las cosas que llama la atención al hojear Bass Culture: la historia del reggae (Lloyd Bradley) es que cada capítulo/sección lleva el título de una canción jamaicana que ilustra bien el contenido que viene a continuación, ya sea porque son representativos de la época, porque el título encaja perfectamente con lo que se está contando o por ambas cosas (en el libro hemos introducido notas a pie de página dando pistas al respecto).

El caso es que nos hemos dado cuenta de que solo reproduciendo el listado de capítulos y secciones sale una playlist impresionante que además ofrece un recorrido sonoro a través de los distintos periodos y estilos de la isla. Y con ese listado hemos elaborado la primera sesión en spotify, inaugurando la cuenta de Acuarela Libros, que os ofrecemos a continuación. En algunos casos nos hemos visto obligados a eliminar una canción ya que no aparece en spotify, incluyendo en su lugar otra del mismo artista o estilo.

También os pasamos debajo el listado con los links a youtube para quienes no tengáis spotify, indicando las canciones sustituidas. 

Un consejo: subid los graves.




Dubwise Situation – The Impact All Stars SUSTITUIDA POR Bag a Wire Dub – King Tubby

Bass Culture en Stay Free de Radio ELA

Otros amigos que mencionan Bass Culture: la historia del reggae en un programa de radio, en este caso Stay Free de Radio ELA. ¡¡Gracias!!




Estos dos sí que son reyes




¿Quién ganará el Mundial? Nosotros lo tenemos claro: el dub

Efectivamente, Scientist, uno de los más grandes ingenieros de dub (el "reggae abstracto") de la historia de la música jamaicana, se alza con el Mundial. Como prueba, la contraportada del disco (con calidad regulera, pero se aprecia):



Y aquí tenéis una prueba musical de la destreza en el área de este maestro (el tema original en el que basa su versión dub es You Are A No Good de Michael Prophet, otro grande):


Bass Culture, el programa de radio, y Bass Culture, el libro

Los amigos del programa de radio "Bass Culture" nos hicieron un hueco en su sesión de esta semana para hablar del libro Bass Culture: la historia del reggae, ¡gracias, hermanos tocayos!

Aquí lo tenéis.



"El hacha pequeña" de Marley/Wailers/Perry corta el árbol grande

Si vosotros sois el árbol grande,
nosotros somos el hacha pequeña,
lista para cortaros. 
Small Axe, Bob Marley and the Wailers




La canción es de 1973 y, aunque es fácil intuir que el objetivo de Marley al escribirla era más universal, lo cierto es que en origen el "gran árbol" al que se refería eran los dos productores que por aquel entonces manejaban el cotarro en Jamaica, Coxsone Dodd y Duke Reid, la "casta" discográfica del momento. La canción la produjo Lee Scratch Perry, un personajazo del que hablaremos más adelante, pero que por resumir muy mucho se puede decir que fue (o mejor, es: sigue vivito y coleando) una fuerza revolucionaria-estratosférica en el mundo del reggae.

Lee Scratch Perry, pilotando el viaje de la música jamaicana.

REGGAE: UN RITMO POTENTE QUE GOLPEA CONTRA EL MURO

Es el latido del corazón
este pulso de sangre
que es un bajo efervescente,
un ritmo potente, potente
golpeando contra el muro
que oprime la sangre negra.
Bass Culture, Linton Kwesi Johnson




Este es el tema que da título a un álbum de 1980 del poeta dub Linton Kwesi Johnson y que utiliza Lloyd Bradley para titular su libro Bass Culture: la historia del reggae, que acabamos de publicar en Acuarela. 

Tenéis aquí la letra completa en inglés.

Se trata de un título perfecto para el libro porque Bass Culture significa literalmente «Cultura de bajos» o «Cultura de graves» –por la importancia de estos sonidos en el mundo del reggae–.

Una interpretación secundaria de la expresión Bass Culture –no explicitada por Bradley, pero sí por otros autores– sería leerlo como Base Culture, que se pronuncia igual y vendría a significar «cultura abyecta», «cultura vulgar», «cultura lumpen» y, por lo tanto, «cultura del vulgo», «cultura del pueblo llano», «cultura popular».

Estos calificativos se comprenderán mejor si se tiene en cuenta que el reggae –al igual que sus predecesores, el ska y el rocksteady, y sus descendientes (el dancehall, ragga, etc.)– procede de los guetos de Kingston y, por lo tanto, era despreciado por las clases alta y media de Jamaica, que se avergonzaban de unas expresiones artísticas tan «primitivas», es decir, tan «negras». De ahí lo idóneo del título del libro, ya que la música ofrecía una identidad a los desarrapados del gueto, un símbolo de orgullo negro, una forma cultural en la que reconocerse y participar. Música del pueblo para el pueblo.

Acuarela Libros se hermana con Portobello Road

(texto de Tomás González Cobos)

Hace unas semanas me di un paseo por el mercado de Portobello en Londres y descubrí que es una calle muy Acuarela. En concreto, es una calle que explica un par de hitos en la trayectoria reciente de la editorial de una manera muy gráfica. Os los explico en 3 pasos.

"George Orwell 1903-1950 NOVELISTA Y ENSAYISTA POLÍTICO, VIVIÓ AQUÍ"
Esto es lo que me encontré al comenzar el recorrido de la calle, es lo que ve todo el mundo que entra al mercado de Portobello desde Notting Hill, pero era la primera vez que me di cuenta. Para el que no lo sepa, hemos publicado un libro de Simon Leys sobre George Orwell.

Entonces seguimos andando por Portobello Road y...


¿Habíais visto en Portobello este mosaico dedicado a los republicanos en la guerra civil española y a los británicos que apoyaron a la república (como Orwell)? Está bajo el puente de Portobello con Ladbroke Grove. A ver si alguien sabe dónde está Wally. Debajo cuelgo una foto donde se ve mejor el mosaico.



Y al llegar al final de la calle, después del puente ferroviario, llegas a Honest Jons, mi actual tienda favorita para comprar discos de reggae y demás en Londres (antes estaba muy cerca, junto al metro de Ladbroke Grove, la fantástica Dub Vendor, que tiene ahora un punto de venta en el Soho). Honest Jons era el sitio donde, como cuenta Lloyd Bradley en Bass Culture: la historia del reggae (que acabamos de publicar) podías encontrar vinilos de reggae y de punk, un núcleo de alianzas entre dos culturas de desarrapados. El punk es otro tema que nos ha fascinado siempre en la editorial. De hecho, en Rotten, el libro del cantante de los Sex Pistols que hemos publicado, John Lydon (Johnny Rotten) y Don Letts (el anglojamaicano que introdujo a los punks al reggae pinchando música entre los conciertos punk en el Roxy) hablan en un capítulo sobre el cruce reggae-punk británico y sobre el famoso viaje que hicieron a Jamaica para fichar artistas reggae por encargo de Richard Branson (Virgin). Más adelante lo subiremos al blog.

En cualquier caso, os dejamos debajo de la foto de Honest Jones un fragmento del libro de Bradley donde habla sobre la tienda y sobre ese curioso encuentro entre punks y ritmos jamaicanos.



"Honest Jons, una tienda en el extremo de Portobello Road –una zona muy frecuentada por los punks–, se convirtió en una auténtica Meca donde se podían encontrar singles de punk junto a vinilos de reggae. Rae Cheddie, que se ocupaba de la sección reggae, nos cuenta: 

Me encantaba. Nunca había movido reggae en un ambiente así antes y a los chavales punks les flipaba. Sabían mucho además, entraban y sabían exactamente lo que querían, pero estaban encantados de escuchar lo que les recomendábamos. Les gustaba el dub potente, pero también el material más raro y eran mucho más abiertos de miras que muchos de mis clientes negros que solo querían lo nuevo de Gregory Isaacs. Muchos grupos punk vivían por allí y se pasaban; Glen Matlock y Johnny Rotten venían mucho y cuando Elvis Costello se cambió el nombre, que antes era Declan McManus, el primer cheque que firmó con su nombre fue en Honest Jon’s. Compró unas cuarenta libras en discos de reggae, uno de ellos Uptown Top Ranking."


Más alianzas jamaicanas: Lutxo Pérez y mujeres rocksteady

Volvemos con las alianzas reggae, en este caso con otro gran amigo que hemos hecho durante el proceso de edición de Bass Culture: la historia del reggae. Se trata de Lutxo Pérez, que el año pasado publicó un libro enorme sobre el rocksteady (el ritmo vacilón que se bailaba en Jamaica entre el 66 y el 68), Catarsis Rocksteady: La edad dorada de la música jamaiquina, una crónica sentimental, y nos ha ayudado mucho en la publicación del libro de Lloyd Bradley. 

Más adelante os contaremos más cosas de su libro, pero ahora queríamos compartir el detallazo que ha tenido al mencionar Bass Culture en un programa dedicado a las mujeres del rocksteady en Sateli3, "Rocksteady Sisters". Aparte de elogiar nuestro trabajo a mitad del programa, se trata de una emisión memorable por la colección de temazos que se marcan (gracias Lutxo, vernos asociados a estas grandes mujeres jamaicanas es un honor). No os lo perdáis, ahí va.


Phyllis Dillon, cantante de la gran Perfidia

Roots Rebel Dance #5 Reggae & Dub en resistencia contra las cárceles racistas

 
 (el texto a continuación lo tomamos prestado de reggae.es)


La Asociación sin Papeles de Madrid, Comision AntiCIES de Ferrocarril Clandestino y ECHO CHAMBER Roots Hi Fi, presentan ROOTS REBEL DANCE 5 en La Quimera De Lavapiés Csoa este sábado 7 de junio, con diferentes actividades que arrancan a las 18:00.
En Reggae.es sabemos que el reggae tiene para muchos una parte lúdica, es verdad. Pero desde su nacimiento tiene alma de grito, de lucha, de ese intentar cambiar las cosas, muchos lo entendemos así. Ahora tenemos la oportunidad de aportar, directamente, nuestra parte en esto, de unirnos a la lucha. Desde Reggae.es creemos que es necesario hacer fuerza en contra de esta injusticia por que no hay ciudadanos de segunda o primera categoría, por que los derechos humanos están escritos para cumplirse y por que  nosotros también fuimos ,somos y seremos emigrantes y es necesario tomar conciencia y tomar parte en esto.

Programación:
18:00h Mural y pancartas en contra de los CIEs
19:00h Presentación del libro “Paremos los vuelos” y proyección del cortometraje “Las fronteras humanas: Cuando no eres bienvenido”
20:30h Cena y Bail Rebelde
REGGAE & DUB EN RESISTENCIA CONTRA LAS CÁRCELES RACISTAS!
Abajo los muros de los CIES!!!

Alianzas jamaicanas

Uno de los grandes de Jamaica: Prince Buster, a la izquierda, con gorra. (Melodisc Records)
Estamos encantados con el feedback que estamos teniendo estos días de nuestro nuevo libro, Bass Culture: la historia del reggae, de Lloyd Bradley. Nuestro objetivo al publicar libros es compartir las cosas que nos gustan y la mejor recompensa es ver que al otro lado hay gente que aprecia lo que hacemos y también quiere compartir.

En los próximos meses vamos a embarcarnos en una conversación sobre la música jamaicana con muchos contenidos (vídeos, películas, imágenes, textos, etc.), creando alianzas con muchas de esas conexiones reggae que hemos tenido la suerte de conocer antes y después de la publicación.

Y todo esto viene a cuento de que hemos pensado que para empezar a hablar de las maravillas que se pueden descubrir en el reggae nos viene fenomenal como aperitivo un comentario sobre el mundo de los sound systems jamaicanos de Dreadful Danitomas, quien ha tenido la genial idea de lanzar una editorial dedicada exclusivamente ¡¡¡al mundo de la música jamaicana!!! Se llama Black Star (este es el enlace a la tienda) y ha empezado con un libro que estamos leyendo para comentar más al respecto en el blog: La leyenda de Sugar Minott y Youth Promotion, de Beth Lesser. ¡Mucha suerte, Dani, fantástica coincidencia en el tiempo!

El comentario, que nos hizo Dani en un mail privado y nos tomamos la libertad de reproducir porque resume algunas de las ideas que nos fascinan de Jamaica y su música (más adelante tocaremos estos temas más a fondo), es el siguiente: 

Me flipa pensar que mientras en España en las fiestas se bailaba Manolo Escobar, en los guetos de Kingston estaban alucinando con sound systems, dj's rapeando sobre el black power, por encima de ritmos dubs super densos y oscuros. Ser universitario de clase media y rasta quizá no tenga mucho sentido, pero en el Kingston de los 70 y 80 suponía desafiar con fiereza un sistema corrupto y violento que servía a intereses externos a la isla.

Os dejamos con un temazo de Sugar Minott sobre la sagrada hierba. Pronto más.