A propósito de la violencia policial (II): los Yippies y la Convención de Chicago 1968



¿Quiénes fueron los Yippies?

Los miembros del Youth International Party (Partido Internacional de la Juventud) conocidos como Yippies, fueron una rama de los muchos y variados movimientos sociales vinculados a  la Nueva Izquierda (New Left) norteamericana de los años 60. Como casi todos ellos, los  Yippies también se enfrentaron a la guerra de Vietnam así como al resto de expresiones  derivadas del statu quo estadounidense o Amerika, como les gustaba llamarle a ellos, con k de Ku Klux Klan.
Lo que diferenció a los Yippies del resto de movimientos sociales de la época fue, sin duda,  las tácticas que llevaron a cabo para tal fin. Para los Yippies, la política no pasaba por la conciencia, era más bien algo irracional; algo que tenía que ver más con los sentimientos que con el intelecto. La política Yippie pasaba por el cuerpo, debía “atravesarte”; de ahí  que la imagen, lo visual, fuese siempre para ellos tan importante; tanto que llegaron a afirmar que lo que de ellos se dijese carecía de interés, lo que al Youth International Party le importaba de verdad era ser visto. “La historia está en las imágenes, no en las palabras”, decían, de ahí su interés en los medios de comunicación.
Los Yippies, en la estela de Marshall Mcluhan, entendían la revolución como una lucha de símbolos, un campo de batalla en el que los signos servían a modo de armas. A la fabricación de esas armas dedicaron gran parte de sus esfuerzos activistas. Muchas de ellas (guerrilla de la comunicación, creación de mitos, performance callejera, humor y absurdo) han sido retomadas por movimientos políticos recientes.
En el verano de 1968 el Partido Demócrata organizó una convención en Chicago con el fin de elegir candidato para las elecciones presidenciales de 1968, tras la súbita renuncia de Lyndon B. Johnson y el asesinato de Robert Kennedy. Los Yippies convirtieron los días de Convención y la entera ciudad de Chicago en el escenario de una acción de teatro-guerrilla comunicativa. LOS DISTURBIOS COMO TEATRO CALLEJERO.


Fragmento de Revolution for the Hell of It, de Abbie Hoffman, de próxima publicación en Acuarela Libros:

"Nuestras acciones en Chicago crearon una magnífica relación figura-fondo [en los telediarios]. La retórica de la Convención recibía  cincuenta minutos del programa y a nosotros nos daban los diez minutos o menos que normalmente se reservan para los anuncios. Éramos un anuncio de la revolución. Mostrábamos una escena que contenía un alto grado de implicación frente al aburrido terreno de la retórica institucional. Al ver la aburrida representación de la Convención no podías evitar ser consciente de la revolución que estaba escenificándose en la calle.
Esta tensión subyacente va en aumento y el espectador se implica por completo con lo que estamos haciendo AUNQUE NO PUEDA VERLO O EXPERIMENTARLO DE MANERA DIRECTA. Su imaginación completa lo que ocurre en las calles. Su imaginación crea a los Yippies, los polis y al resto de partícipes a su propia imagen. Construyen su propia representación. Fabrican su propio mito. Aunque los medios hubieran decretado el apagón total de nuestras actividades, nuestro mensaje habría llegado, incluso quizá con más potencia. Lo único que tenía que saber la gente era que los hijos de América estaban siendo machacados en las calles de Chicago y las cadenas de televisión se negaban a mostrarlo. NUNCA PODRÁN BORRARNOS.
El público no solo se rebelaría contra esa clase de censura sino también contra el intento de imponer un fondo aburrido con una figura apasionante. Estoy seguro de que lo que jodió a muchos espectadores fue el hecho de que les estaban obligando a ver una aburrida Convención Demócrata cuando, de hecho, lo que querían ver es el partido de los polis y los Yippies en las calles de Chicago".

Do It!, de Jerry Rubin
Cómo ser un yippie, por Jerry Rubin
Chicago 10, película de animación sobre la Convención de Chicago
La nación de Woodstock


0 comentarios:

Publicar un comentario