Ajenidad

Ni castidad ni depravación: sencillamente, la Jovencita es ajena tanto a sus deseos como a su cuerpo

2 comentarios:

Sonia Capilla dijo...

La Jovencita el libro mas interesante que he leído en muchísimo tiempo y echaba tanto de menos esa emoción de ser sacudida en los conceptos arraigados... Es de risa porque es imposible no verse reflejado en las descripciones hasta sentirse cómico y es estimulante porque por fin la negación esta llena de puertas y ventanas a las que asomarse sin que enfrente haya un muro de ladrillos dispuestos a apisonarte. Gracias, mil gracias por el hallazgo, por el esfuerzo editorial y por no parar en la búsqueda, vosotros que podéis permitiroslo no dejéis de hacerlo por favor porque los que no podemos permitirnoslo os necesitamos mucho.

Acuarela dijo...

Pues con comentarios como los tuyos. Sonia, nos hace todavía más ilusión publicar libros como "La jovencita", dan ganas de no dejarlo nunca.

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