Posdata de Jesús Palacios a la entrevista sobre el cine de catástrofes en Fuera de Lugar, de Amador Fernández-Savater. "La
esperanza en el porvenir, que fue un rasgo clave del siglo XX, parece
agotada. Por el contrario, hoy se extiende la sensación de que nuestra
civilización vive a crédito sobre el planeta Tierra. Toda imagen de futuro se
ha vuelto inquietante. El cine de catástrofes juega con esa zozobra del ánimo.
No solo consiste en entretenimiento y efectos especiales, sino que condensa los
malestares, miedos y deseos más profundos de la época".
Posdata: La verdadera catástrofe (octubre 2012)
por Jesús Palacios
Después de tanto tiempo imaginando y recreando catástrofes materiales
de rasgos apocalípticos, tanto humanas como naturales. Después de incontables
películas sobre terremotos, incendios, huracanes (perdón, tsunamis), erupciones
volcánicas, meteoritos, nuevas glaciaciones, epidemias (perdón, pandemias),
guerras nucleares, animales ciclópeos, invasiones extraterrestres (perdón, alienígenas),
zombis, etc., resulta que la verdadera catástrofe ha sido –y es–
fundamentalmente económica o socioeconómica: la bancarrota del sistema
capitalista, socialdemócrata y liberal. Una catástrofe menos espectacular
visualmente, sin duda. Que tiene antecedentes históricos obvios –el más
recordado, pero no el único, el Crack de 1929–, pero que el cine raramente ha
reflejado (con excepciones que nadie se atrevería a considerar cine-catástrofe:
Las uvas de la ira, por ejemplo, o, más recientemente, la brillante Life Without Principle, del hongkonés
Johnny To).
Sería interesante ver cómo el cine-catástrofe tradicional brega con
este apocalypse now de hoy en día, reflejando en tramas de acción, supervivencia y
emoción la conversión de la sociedad del bienestar en un nuevo Tercer Mundo, y
la caída –casi bíblica– del ciudadano medio occidental en la pobreza y el
hambre, la inseguridad y la indigencia de eras que se creían ya lejanas (o
países lejanos a los que mirar con ojos de ONG por encima del hombro). Me consta
que ya hay novelas de ciencia-ficción supervivencialista y catastrofista que lo
están haciendo, pero me encantaría comprobar qué puede hacer el Hollywood
superficial, frívolo y descerebrado actual con un argumento así entre manos.
Suponiendo que quede alguien con suficiente dinero para gastarlo en ir al
cine... Y que los cines no estén llenos de familias harapientas abrigándose del
invierno glacial, producto no del calentamiento global, sino de la ruina global
de la economía Occidental.
Jesús
Palacios es escritor y crítico de cine. Colabora actualmente, sobre temas de
literatura y cine fantástico, en publicaciones tan diversas como Fotogramas, El
Cultural, Qué Leer, 2000 Maníacos o Más Allá. También
trabajó como guionista para el programa Inferno 13 del canal Calle
13. Sus últimos libros publicados son Los poetas de la
sangre; el nuevo cine de terror y la crueldad francés, Las virtudes
del exceso; el cine de Juraj Jakubisko (ambos
editados por el Festival Internacional de Cine de Gijón) y La
plaga de los zombis y otras historias de muertos vivientes (editorial Valdemar).
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