Sesión Bass Culture en Estado Mental: sube los bajos

Con motivo de la publicación de Bass Culture: la historia del reggae, de Lloyd Bradley, nos han invitado nuestros amigos de Estado Mental a una sesión de una hora de ritmos jamaicanos. Aquí tenéis el resultado. Y os adelantamos que esto es un primer aperitivo, muy pronto tendremos más playlists en spotify y en el blog.
Get ready for the master reggae! 

Y aquí tenéis la sesión en spotify, y debajo los temas (con algún cambio porque no estaban los temas disponibles):

Sesión reggae Radio Estado Mental


The Valentines – Blam Blam Fever
Claudette – Queen of the World
Roy Shirley – Evil Love
Bob Marley & The Wailers – Simmer Down
Keith & Tex – Stop that Train
Paul Blackman – Earth Wind & Fire, Ras Menlik Congo
Johnny Clarke – None Shall Escape the Judgement
Niney – Blood & Fire
Max Romeo – Chase The Devil
Big Youth – Some Like It Dread
Cedric IM Brooks & The Light of Saba – Outcry
Junior Byles – Fade Away
King Tubby – Get Ready For The Master Dub
Dillinger – No Chuck It
Yellow Man – Nobody Move, Nobody Get Hurt
Lone Ranger – Rosemarie
Fly My Pretties – Bag Of Money
Frankie Jones – Proud To Be Black - Extended Mix


Ghetto Defendant, de los Clash: canción Acuarela

Hace no mucho, reescuchando a The Clash, hemos descubierto una canción, Ghetto Defendant, que recoge tres mundos que nos interesan mucho en Acuarela: el punk, la contracultura estadounidense y la música jamaicana.




Por un lado tenemos a los Clash, uno de los grupos más importantes de la primera ola punk británica. Además, acompañando a Joe Strummer encontramos la voz de Allen Ginsberg, el poeta beat que se unió con gran alegría a los yippies, los activistas de los sesenta de los que hemos publicado Yippie! Una pasada de revolución, de Abbie Hoffman. Y en tercer lugar tenemos el tono general de la canción y, sobre todo, el bajo de Paul Simonon, que le deben mucho al reggae y en concreto al dub, un subgénero del reggae.


Buscando una traducción buena de la letra al español, que no hemos encontrado, hemos descubierto un miniensayo buenísimo de James Peacock específicamente sobre Ghetto Defendant (compuesta y grabada en 1981, publicada en 1982). Si encontramos un momento lo traducimos (aunque si alguien se anima...), pero entretanto os damos algunas pinceladas del texto. Ah, y tenéis la letra en inglés al final del ensayo de Peacock, antes de la bibliografía.

- A Joe Strummer le gustaba verse como heredero de los beat y su imagen y estilo debían mucho a Kerouac. En el 1997 participaría en un álbum homenaje a Kerouac llamado Kicks Joy Darkness.

- Pese a que los Clash habían cantado aquello de "Hartos de los EEUU" en su primer disco, Strummer desarrollaría una fascinación con Norteamérica y sobre todo con los cantantes protesta del siglo XX, hasta el punto de que insistía que se le llamara "Woody" en homenaje a Woody Guthrie, quien a su vez fue una influencia importante en los beatniks.

- El 10 de junio de 1981, Ginsberg se unió en directo a los Clash en Nueva York durante el tema Capitol Air, un tema que Ginsberg describió como "un poema con cambios de acorde". Aquí está la grabación.

- Poco después Ginsberg se unió a los Clash en estudio para colaborar en Ghetto Defendant

- La letra de Ghetto Defendant es un "amargo retrato de un liderazgo equivocado y funesto e instituciones corruptas; y con su insistencia en llamar la atención sobre los efectos locales de las fuerzas económicas y políticas globales, la canción puede considerarse como un pariente cercano de (...) Washington Bullets [un tema del álbum Sandinista]".

- La oscuridad de los versos de Ginsberg los empapa de una sensibilidad muy al estilo poético de Rimbaud, que de hecho es mencionado en la canción.

- Si en la parte de las letras el enfoque trasnacional es evidente por la descripción de los efectos de las políticas del eje Reagan-Thatcher en Latinoamérica (y más allá), en el aspecto musical este elemento internacional viene sobre todo de la línea de bajo de dub reggae de Paul Simonon. El bajo, como es habitual en el dub, le da al tema un aire sobrecogedor. "Al tomar su inspiración de Kingston, Jamaica, el bajo complementa el contenido de la letra recordando al oyente que el problema de drogas en Nueva York no puede separarse de las complejas relaciones políticas y económicas de Estados Unidos con sus vecinos internacionales, sobre todo en los países del Caribe y Latinoamérica. Jamaica, por ejemplo, es un fuente primaria de la marihuana que entra en EEUU, así como un punto fundamental de tránsito de la exportación de cocaína desde Sudamérica y el origen de numerosas bandas de narcotraficantes (posses) en Estados Unidos".

- Otro elemento musical jamaicano se encuentra en la armónica de Mick Jones, que recuerda a "álbumes de reggae de los setenta y principios de los ochenta como Torch of Freedom de Keith Hudson (1975), Progress de Big Youth (1979), Sinsemilla de Black Uhuru y Rastaman in Exile de Ras Midas (1980). Estos discos no solo fueron una importante influencia en la música de los Clash sino también en las portadas de singles como Complete Control (1977) y álbumes como Black Market Clash (1980)". Un ejemplo muy bueno de este uso jamaicano de la armónica para darle un toque blues al roots reggae es Like I'm Dying de Keith Hudson.


Esta portada de los Clash utiliza una foto de las revueltas de Notting Hill (Londres) en 1976. En primer plano, el anglojamaicano Don Letts, que introdujo a los punks al reggae pinchando música entre los conciertos punk en el Roxy.
- "El objetivo de los Clash desde que grabaron Police and Thieves [versión de una canción de igual título cantada por Junior Murvin y producida por Lee Scratch Perry] era adoptar el reggae, 'ponerlo en el autobús 31 y hacer que llegue hasta Camden Town' [palabras de los Clash]".

- "Se puede argumentar que la experimentación de los Clash con el reggae no fue solo un intento de aportar su 'propia música a la fiesta' (Strummer), sino también una forma de trastocar el rígido vínculo entre ese género musical y las políticas de identidad negra con las que se asociaba tradicionalmente. Era, en cierto sentido, una forma de recontextualizar, trasnacionalizar o globalizar el reggae con el fin de iniciar un diálogo entre la clase obrera blanca y los inmigrantes negros".

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Bass Culture: las ediciones en otros idiomas

Para que no se diga que nos lo hemos inventado, reproducimos a continuación las portadas de las cuatro traducciones que hay (que sepamos) de Bass Culture: La historia del reggae, de Lloyd Bradley, que acabamos de publicar en castellano. Además, incluimos la cubierta de la versión original publicada en Reino Unido por Penguin y una de las ediciones en Estados Unidos, y os contamos de paso algunas cosas interesantes que hemos descubierto en el proceso.


Versión británica (Penguin, 2000), diseño firmado por Intro y fotografía de Adrian Boot (un sound system en Jamaica). El título completo original es "Bass Culture: cuando reinaba el reggae".

Versión de EEUU (Grove Press, 2001). La foto superior es de Adrian Boot, desconocemos quién hizo la de abajo. El título cambia ("Esto es música reggae - La historia de la música jamaicana"), de hecho hemos tomado la segunda parte, adaptándola, para nuestra edición: "Bass Culture: La historia del reggae", pero nosotros decidimos mantener Bass Culture (un tema de Linton Kwesi Johnson) por motivos que comentaremos más adelante.
 


Versión italiana (2008, traducción de Giancarlo Carlotti). Cambiamos de aires, aquí tenemos a un afrocaribeño en Londres (foto de Mihlawhdh Faristzaddi), delante del típico autobús rojo de dos pisos, en el que se alcanza a leer que pasa por Brixton y Camberwell, dos de los barrios tradicionales de la comunidad jamaicana en la capital británica. El título mantiene "Bass Culture" y añade "La música de Jamaica: ska, rocksteady, roots reggae, dub y dancehall". Editorial: Shake Edizioni, quienes como veréis en su web comparten con nosotros muchos intereses aparte del reggae (contracultura, punk, jazz, pensamiento crítico....) e incluso autores (Abbie Hoffman, Bifo y Hunter Thompson, que prologa La revuelta del Pueblo Cucaracha, de Óscar Zeta Acosta).



Versión francesa. Más austera, pero debemos decir que de las que hemos visto (la inglesa, la italiana y la francesa) por dentro es quizá la más cuidada, en un formato grande, con mucha ilustraciones de portadas (algunas de las cuales nosotros también hemos metido) y de contra una foto buenísima del gran Mikey Dread. La traducción la hizo Manuel Rabasse y la edición (de 2005, reedición en 2011) corrió a cargo de Editions Allia, con quienes también compartimos intereses: pensamiento crítico, jazz, trascendentalistas, dadá, situacionistas, punk... y por lo menos un autor: Raoul Hausmann.



Versión en alemán (Hanibal, 2003 y 2006), con diseño idéntico al de la edición británica. Mantienen "Bass Culture" pero modifican la segunda parte: "La marcha triunfal del reggae" (según nos dice un traductor online). Por lo que vemos en su web, Hanibal es una editorial dedicada principalmente a la música. No hemos encontrado el dato de quién es el traductor o traductora del libro.





Versión japonesa. Mantienen "Bass Culture" y añaden debajo algo que no entendemos (¿alguien que nos pueda traducir?). Mantienen la foto de la edición inglesa y abajo a la derecha meten la otra foto de Adrian Boot que utiliza la versión estadounidense. Publicado por Shinko en 2008, con traducción de Mizuho Takahashi. No hemos encontrado la web de Shinko, pero dudo que sirviera para mucho dado nuestro nulo conocimiento del japonés...


 A nosotros nos gustan todas las portadas, pero hemos de decir que la japonesa tiene un punto exótico incomparable. En fin, ¿para cuándo las ediciones en portugués, ruso, turco y árabe?
No creemos que tarden.

Jamaica sound systems

Ya sabéis que tenemos nuevo libro, Bass Culture: la historia del reggae, de Lloyd Bradley. Ante el aluvión de pedidos/consultas que hemos tenido, os anunciamos que estará en librerías el día 28 de mayo.
Tenemos preparados muchos contenidos (textos, libros, música, vídeos, imágenes, etc.) para adentrarnos en la música y la cultura jamaicanas en los próximos meses (bienvenidas las sugerencias), pero entretanto os dejamos un fragmento del primer capítulo del libro que colgó Rockdelux.
 
Dillinger 


“La gente para la que se hacía el reggae nunca hacía distinciones entre este estilo y ese estilo. Es una música que nos llega desde la esclavitud, pasando por el colonialismo, de manera que es más que un estilo. Da igual que vengas de la Calle Patata, la Calle Banana o las montañas, la gente canta. Para liberarse de sus frustraciones y levantar el ánimo, la gente canta. También es una forma de diversión los fines de semana: ya sea en la iglesia o en un funeral o en la puerta de casa, la gente canta. Si estás cortando maleza te pones a cantar, si estás cavando te pones a cantar. La música es vibrante. Es una forma de vida, no es solo una música lo que se está creando, es un pueblo... una cultura... una actitud, una forma de vida creada por un pueblo” (Rupie Edwards)

Boogie In My Bones
Formar parte del público en una sala de baile grande, como Forresters' Hall en North Street, mientras sonaba música en el sound system, era seguramente la mejor sensación del mundo para cualquier chaval jamaicano. Pero si además tenías aspiraciones de hacer música, era mágico. Era... grandioso.
Derrick Harriott es ahora un exitoso empresario musical, con una tienda de discos familiar en la zona de Constant Spring en Kingston y un negocio internacional de reediciones en CD especializado en sus propias grabaciones y producciones de reggae y rocksteady. Pero durante dos décadas, desde finales de los cincuenta, fue uno de los artistas jamaicanos de éxito más duradero, uno de los pocos que pasó por el R&B, el ska, el rocksteady, el reggae y el dub produciendo hits internacionales para sí mismo y para otros con absoluta convicción. Aunque a este elegante cincuentón no hace falta que le insistas mucho para que se suba a un escenario a mover al público; para que te haga caso de verdad lo mejor es preguntarle por sus años de adolescente en el centro de Kingston. Le brota una sonrisa y se le empañan los ojos. (Sigue leyendo)

Sube los bafles, que viene Bass Culture: La historia del reggae


Despierta a la ciudad
y avisa a la gente de este libro musical
que sale a tu encuentro.

Este libro es un viaje. A los guetos de Jamaica, en el corazón del Caribe, pero también al eco hipnótico de los tambores y los graves primigenios del África profunda. En Bass Culture: La historia del reggae, Lloyd Bradley cuenta la apasionante historia de la música jamaicana en su contexto social, político, económico y espiritual, desde los sound systems de los años cincuenta, pasando por el ska, el rocksteady y el dub, hasta el éxito internacional de Bob Marley y el posterior nacimiento del dancehall. 

Más allá de documentar la evolución musical, Bradley se sumerge en una historia de Black Power, altavoces que retumban, cantantes con agujeros en los zapatos, vudú anticolonialista, ligoteo en la pista de baile, rastas antisistema, productores avariciosos, espiritualidad profunda, flirteos con el punk, malotes barriobajeros, estudios de grabación envueltos en marihuana, skinheads que bailan música negra, tejemanejes de la guerra fría, pistoleros en las chabolas, miembros de los Rolling Stones locos por el reggae, revueltas en las calles británicas, reciclaje sonoro y cultura del pueblo para el pueblo. Cargado de testimonios de los grandes del género (Prince Buster, Horace Andy, Bunny Lee, Jimmy Cliff, Lee Scratch Perry), Bass Culture captura en una narración narcótica la historia de una comunidad del llamado "tercer mundo" que alzó la voz para decir que no solo existían, sino que tenían ganas de dar guerra y bailar hasta el amanecer. 

En el mundo anglosajón, Bass Culture se considera una obra fundamental sobre la historia del reggae. El libro lo publicó en 2000 Viking, un sello de la editorial británica Penguin, pero al año siguiente, en vista de lo bien que funcionaba, lo publicó directamente Penguin (2001). También se ha editado (y reeditado varias veces) en Estados Unidos (Grove Press, 2001) y se ha traducido al francés, japonés, alemán e italiano. Ya era hora de que se publicase en español.

«La gente para la que se hacía el reggae nunca hacía distinciones entre este estilo y ese estilo. Es una música que nos llega desde la esclavitud, pasando por el colonialismo, de manera que es más que un estilo. Da igual que vengas de la Calle Patata, la Calle Banana o las montañas, la gente canta. Para liberarse de sus frustraciones y levantar el ánimo, la gente canta. También es una forma de diversión los fines de semana: ya sea en la iglesia o en un funeral o en la puerta de casa, la gente canta. Si estás cortando maleza te pones a cantar, si estás cavando te pones a cantar. La música es vibrante. Es una forma de vida, no es solo una música lo que se está creando, es un pueblo... una cultura... una actitud, una forma de vida creada por un pueblo.» Rupie Edwards (fragmento del libro).

EL AUTOR


Lloyd Bradley nació en Londres en 1955. En su adolescencia se sumergió en el submundo de los sound systems del norte de Londres con tal pasión que creó su propio sistema, Dark Star, donde pinchaba en los años setenta. Ha escrito sobre música para diversas revistas y periódicos, como NME, Black Music Magazine, The Guardian, Q, Mojo Blues & Soul, The Observer y The Independent. Es autor de Sounds Like London (2013), una historia de la música negra de Londres, y fue productor asociado de la serie Reggae: The Story of Jamaican Music para la BBC2.

LO QUE HAN DICHO LOS MEDIOS

«La primera historia exhaustiva de todos los aspectos del reggae [y] podría tratarse del último autor que ha hablado con los personajes de la primera etapa... Bradley no deja piedra por remover en una chispeante montaña rusa de crímenes, estafas de grandes sellos, paranoia marihuanera y racismo, culminando con el deseo de Luciano de que regresen las buenas canciones y los buenos cantantes. Y si en algún momento se menciona a UB40, yo no me he enterado. ¿No basta todo esto para recomendarlo?» Mojo.

«Fascinante... escrito con pasión, estilo y gusto. Es un libro que les vendría muy bien a muchos músicos.» Jah Wobble, Independent on Sunday.

«Una irresistible historia musical y social que se mueve entre las raíces en los sound systems de los cincuenta y el dancehall contemporáneo... Rebosante de anécdotas que harán las delicias de los aficionados a la música.» Face.

«Un clásico... Desternillante por momentos, a ratos salpicado de comentarios sobre la historia y la sociedad jamaicana, es un relato revelador que describe al detalle cómo surgió el reggae en Jamaica y cómo se convirtió en un fenómeno mundial.» New Nation