La negación de las clases sociales


(fragmento de ¿Qué pasa con Kansas? - Cómo los ultraconservadores conquistaron el corazón de Estados Unidos de Thomas Frank)

... Todo esto tiene sentido si recordamos que el gran objetivo del Contragolpe [cuyo último eco es el Tea Party] es alimentar una lucha de valores de clase y que el primer paso para conseguirlo es, como hemos visto, negar el fundamento económico de las clases sociales. Después de todo, uno difícilmente puede caricaturizar a los progresistas como la “élite” de la sociedad o presentar al ilustre Partido Republicano como el partido del hombre corriente si reconoce la existencia del mundo de los negocios, el poder que crea la verdadera élite del país, que domina el verdadero sistema de clases y que maneja con destreza al Partido Republicano como su brazo armado en política.

Pasar por alto lo económico es una condición previa necesaria para la mayoría de las ideas básicas del Contragolpe. Sólo se puede pensar que las noticias están inclinadas hacia la izquierda, por ejemplo, si uno no tiene en cuenta a quién pertenecen los grupos de comunicación y si nunca dirige su capacidad crítica hacia el sector de los medios consagrado a la información económica. El campus universitario sólo se puede ver como un lugar dominado por izquierdistas si uno no considera los departamentos de economía o las escuelas de estudios empresariales. Se podría pensar que los conservadores son víctimas impotentes sólo si se excluye del análisis al electorado histórico básico del conservadurismo: la comunidad empresarial. Asimismo, sólo se puede creer que George W. Bush es un hombre del pueblo si se oculta el estatus económico de su familia. O lo que es más importante, es posible entender la cultura popular como producto del progresismo sólo si uno no quiere ver la más esencial de las realidades económicas, a saber, que las cadenas de radio y televisión, los estudios de cine, las agencias de publicidad, las editoriales y los sellos discográficos son, de hecho, empresas.

De hecho, la ceguera económica del Contragolpe también es un producto, en gran parte, de las mismas empresas culturales. Los conservadores sólo pueden ignorar la economía porque viven en una civilización cuyas máximas expresiones culturales –películas, anuncios y comedias de situación– han insistido durante décadas en quitarle importancia al mundo del trabajo. Sólo son capaces de separar totalmente los negocios de la esfera política porque los mismos medios de comunicación, cuyo “sesgo mediático” les encanta ridiculizar, hace tiempo que han aceptado dicha separación como un elemento básico del ejercicio periodístico profesional.

Este texto es un fragmento de un libro que estamos relanzando, ¿Qué pasa con Kansas? - Cómo los ultraconservadores conquistaron el corazón de Estados Unidos, de Thomas Frank, uno de los análisis que mejor explica de dónde surge la fuerza movilizadora del Tea Party y por qué la izquierda ya no entiende (ni sintoniza con) la furia de la gente común.

Más textos sobre el Tea Party y material de Thomas Frank:
El Antipapa toma té
Las lecciones desaprendidas de la crisis
Arrasa el Tea Party: ¿Qué pasa con EE.UU.? (fragmento)
Nueva derecha y malestar social (blog en Público)
La ultraderecha ha robado el lenguaje a la izquierda (entrevista con Thomas Frank)
La furia del pueblo bajará tus impuestos
El escenario perfecto del Tea Party

La furia del pueblo bajará tus impuestos


(fragmento de ¿Qué pasa con Kansas? - Cómo los ultraconservadores conquistaron el corazón de Estados Unidos de Thomas Frank)

Durante décadas, los estadounidenses han sufrido una insurrección populista que sólo beneficia a la gente contra la que supuestamente va dirigida. En Kansas, vemos claramente una versión extrema de esta chocante situación. Los trabajadores enfadados, muy numerosos, protestan airadamente contra los arrogantes. Levantan sus puños contra los privilegiados. Se ríen de las delicadas afectaciones de los pijos de Leawood. Se concentran en las puertas de Mission Hills, alzando la bandera negra, y mientras los millonarios tiemblan en sus mansiones, ellos gritan sus tremendas reivindicaciones. “Estamos aquí”, chillan, “para recortar vuestros impuestos”.

Este texto es un fragmento de un libro que estamos relanzando, ¿Qué pasa con Kansas? - Cómo los ultraconservadores conquistaron el corazón de Estados Unidos, de Thomas Frank, uno de los análisis que mejor explica de dónde surge la fuerza movilizadora del Tea Party y por qué la izquierda ya no entiende (ni sintoniza con) la furia de la gente común.

Más textos sobre el Tea Party y material de Thomas Frank:
El Antipapa toma té
Las lecciones desaprendidas de la crisis
Arrasa el Tea Party: ¿Qué pasa con EE.UU.? (fragmento)
Nueva derecha y malestar social (blog en Público)
La ultraderecha ha robado el lenguaje a la izquierda (entrevista con Thomas Frank)

El escenario perfecto del Tea Party


El movimiento ultraconservador dirige los pasos del Partido Republicano

A. CAÑO - El País, Washington - 28/07/2011

Una de las principales organizaciones que integran lo que se conoce como el movimiento Tea Party, los Tea Party Patriots, ha hecho esta semana una encuesta entre sus afiliados para medir su estado de ánimo en este momento tan decisivo de la política norteamericana: un 98,8% se opone a la política de Barack Obama, un 97,6% desaprueba al Senado (de mayoría demócrata), un 71,7% critica a la Cámara de Representantes (dominada por los republicanos) y un 81,5% está insatisfecho con el liderazgo del Partido Republicano por considerarlo demasiado moderado. Es decir, casi la totalidad abomina del comportamiento de las principales instituciones del sistema político norteamericano.

Sus opiniones contrastan con las de la mayoría de los ciudadanos. Según una encuesta del Instituto Pew, un 68% de la población está a favor de un acuerdo para elevar el techo de deuda


Músculos y Rock&Roll: concierto-presentación de Cuerpo en Tipos Infames


¡¡ATENCIÓN: CAMBIO DE LUGAR!!

Con la música en directo de los Widow Makers y Grupo Salvaje

TIPOS INFAMES
El viernes 29/07 presentamos la novela Cuerpo, de Harry Crews, en TIPOS INFAMES (c/San Joaquín nº3, metro Tribunal), a las 20h30.


Alcohol, pesca, escritura y cicatrices: una entrevista con Harry Crews


Retrato de Tara Sinn a partir de una foto de John Zeuli


ENTREVISTA A HARRY CREWS
, por JESSE PEARSON

(traducción de Javier Lucini)

Harry Crews es uno de los novelistas norteamericanos vivos más originales e importantes que existen. Nació en Georgia en 1935, hijo de aparceros. Sirvió como marine en la guerra de Corea y desde entonces ha pasado por todos los trabajos que un hombre puede llegar a ejercer en el curso de una vida (desde trabajar en una fábrica de cigarros hasta la cumbre –o el infierno– de enseñar escritura creativa).

Sus libros son divertidos de un modo amargo y observan con habilidad dosis de ficción tomadas directamente de su propia experiencia. Es capaz de superar en pegada, estilo, contundencia y profundidad a cualquiera de los componentes de la generación de chicuelos que han seguido sus pasos, y aún hoy sigue en la brecha. Mientras lees esto, Harry se encuentra en su guarida secreta


Diez años después de la contracumbre de Génova...

Recuperamos un viejo texto de 2002...

Piazza Carlo Giuliani, ragazzo (1)
Amador Fernández-Savater, marzo de 2002.
No voy a hacer una reflexión de arquitecto o de urbanista, para la que me faltan todos los recursos del mundo, sino una reflexión política en el sentido más elevado del término: la gestión común de lo común.
Esta perspectiva permite una crítica de la geografía política, podríamos decir modificando el subtítulo de la famosa obra de Marx, esto es, una consideración del espacio urbano no como algo neutral o inocente, sino como base y expresión de proyectos de vida y escenario de conflicto entre proyectos opuestos. El espacio urbano, a nadie se le escapará, no es algo esencialmente instrumental, funcional, dispuesto para la reproducción de necesidades humanas básicas o para una circulación óptima, sino que está compuesto por ejemplo de símbolos, representación de instituciones sociales que exceden la dimensión social de pura supervivencia. Las formas de disposición del espacio urbano expresan o materializan las tendencias generales de la sociedad que la habita. Incluso las calles de las sociedades que han depurado mejor su función simbólica

Exposición de Raoul Hausmann en Zarautz (julio-septiembre)














El discurso pluridimensional de Raoul Hausmann

Photomuseum de Zarautz abre una muestra del precursos del fotomontaje que va de 1927 a 1957
E. Mingo, San Sebastián

Una buena representación de la obra del polifacético artista austríaco Raoul Hausmann (1886-1971), reconocido entre otras cosas por ser el precursor del fotomontaje -la técnica más empleada por el movimiento dadaísta-, quedará desde hoy, hasta el próximo 11 de septiembre, expuesta en el Photomuseum de Zarautz bajo el título 'Raoul Haussmann. Trabajos fotográficos desde 1927 hasta 1957'.

La exposición, una muestra de 60 imágenes de los cerca de 2.000 negativos que dejó, se compone de tres partes. Una comienza con sus montajes fotográficos que publicó en la revista 'a bis z' (de A a Z) (1931). Uno de ellos ilustra sus reflexiones teóricas acerca del modo de ver fotográfico y humano, que expone en el ensayo 'Formdialektik der Fotografie' (Dialéctica formal de la fotografía). El otro montaje es su serie fotográfica creada en 1932 'Ombres' (Sombras), uno de sus trabajos

Dadá contra el humanismo

(Texto de Correo Dadá de Raoul Hausmann)

PANFLETO CONTRA EL PUNTO DE VISTA DE WEIMAR

¡Anuncio el mundo dadá! Me río de la ciencia y la cultura, esas miserables garantías de una sociedad condenada a muerte. ¿Cómo podría afectarme el aspecto de Martín Lutero? Me lo imagino rechoncho y panzudo. Probablemente parecido a Ebert, el diputado del pueblo. ¿Por qué habríamos de leer los discursos de Buda? Es preferible tener un falso concepto de las ideas filosóficas, o bien saber que en el cambriano había unas libélulas gigantes en cuyo honor la presión del aire era más fuerte que hoy, o bien que 227 mil millones de átomos constituyen una molécula del tamaño de una décima parte de milímetro, o bien que... Pero los poetas serenos

Dadá: una patada donde la espalda pierde su nombre

(Texto de Correo Dadá de Raoul Hausmann)

...Ante lo cual, nosotros, Dadás, sólo teníamos exclamaciones y gestos afirmativos. Dadá era la patada donde la espalda pierde su nombre y el puñetazo en la cara a estos virtuosos aprendices de la civilización. El aspecto parcialmente indefinible de Dadá era tan refrescante para nosotros como la inexplicable realidad del mundo. El hecho de llamar Tao, Brahma, Om, Dios, Fuerza, Espíritu, Indiferencia o cualquier otra cosa a esa trompeta espiritual es indiferente: dadas las circunstancias, siempre son las mismas mejillas las que terminan hinchadas. Dadá no invita, Dadá es un torbellino nacido de su propia periferia, descendido de un estado de ser general, que arrastra a los hombres, los precipita, los sacude, los pone en pie –o los deja tumbados–. Dadá, en definitiva, consciente de su continua movilidad, no quiere, frente a otras tentativas bonachonas de transpiración, ofrecer posibilidades intelectuales de comprenderlo; él mismo se ve distinto mañana de lo que es hoy. Desde este punto de vista, Dadá mira irónicamente a los llorones de la civilización occidental y actúa en un mundo que permanece indefinidamente idéntico a sí mismo, donde existen fantasmas, realidades, lo absoluto, las dimensiones, el número, el tiempo e incluso alguna cosa más o también nada de eso. Se hace cargo de sí y de este mundo como de su destino, sin fatalismo, como su propia y ridícula gravedad. Dadá no se avergüenza de la estupidez de la que se le acusa, ve con demasiada claridad los rincones profundos y recónditos del pensamiento de quienes le reprochan su incapacidad, sus retruécanos, sus excesos o sus blufs. ¡Se siente demasiado asqueado por los santuarios de los grandes hombres de nuestra civilización, ay, cubierta de gloria! Dadá conoce todos los aspectos positivos y negativos de esta civilización burguesa –y tiene finalmente ganas de iluminar esta cultura de una forma un poco menos irónica–. Alrededor de Dadá, cocineros de prácticas espirituales sacan de minúsculas varitas pequeñas chispas ardientes de una Nada negra y boquiabierta para avivar el fuego de paja de sus cerebros.

Ilustración: Raoul Hausmann y Johannes Baa der: Portada de Der Dada I, junio 1919.


Retratando a Harry


(El 27 de enero de 1979, Tom Graves entrevistó a Harry Crews en la Universidad de Florida. Además de llevar a cabo una extensa entrevista, Graves tomó nueve retratos fascinantes del autor).

Sobre la entrevista

por Tom Graves

(traducción: Javier Lucini)


El 27 de enero de 1979 descendí del avión en Gainesville, Florida, sin saber con certeza si Harry Crews acudiría a la cita que habíamos concertado para entrevistarle. Ya me había dejado plantado anteriormente en una ocasión, entonces no me quedó otra que cancelar mi vuelo desde Memphis a última hora. Ahora pensé que correría mejor suerte porque me había dicho que su preciada camioneta estaba en el taller y no tenía manera de moverse a ninguna parte. Habíamos acordado encontrarnos en su despacho de la Universidad de Florida, Gainesville. Sin embargo, cuando llegué a la Facultad de Inglés aquel sábado por la mañana, estaba cerrada. Un guardia de seguridad tuvo que venir a abrirme y cuando llamé a la puerta del despacho de Harry le di un susto que casi le hizo caer de la silla. “¡Joder, amigo”, dijo, “cuidado con acercarte tan sigilosamente a alguien de esa manera!”.

Me reí, él se rió y ahondamos en su vida y en su literatura y nos lo pasamos estupendamente bien.

La entrevista estaba destinada a The Paris Review, y había sido aprobada por uno de sus editores, Fayette Hickox. Fayette quedó encantado con la entrevista y se la remitió a George Plimpton para la aprobación final antes de publicarla como una de las prestigiosas entrevistas de Paris Review. Plimpton me llamó con la mala noticia de que habían declinado el artículo. “Simplemente no considero que Harry Crews se encuentre en la primera línea de los escritores norteamericanos”, me dijo y eso fue todo. “Sin embargo, pensamos que has hecho un buen trabajo con la entrevista


Acuarela Libros en el verano de La Buena Vida


Gracias a los amigos de La Buena Vida:

"La editorial seleccionada para el verano en nuestra librería es, nuevamente, una editorial pequeña, curiosa, valiente y ambiciosa.

Desde 1998 lo que empezó siendo un apéndice literario de otros proyectos de un grupo de amigos (Acuarela discos, Tanned Tin Festival…) ha ido poco a poco ganando personalidad. Si algo les debe definir, sin embargo, es que son un incordio. Parece que les gustara incomodar e incluso violentar, lo que limitado al terreno literario no es desde luego negativo, como lo sería el tenerlos de vecinos del piso de arriba (dios no lo quiera).

Ensayo incendiario, denuncia y análisis independiente, literatura sin etiquetas … estos podrían ser los nombres de sus colecciones. Amor por la música y quienes la viven al límite, como el clarinetista Mezz Mezzrow, el cantante de los Sex Pistols Johnny Rotten o Johnny Cash; panfletos para salir a la calle como Blackout, Llamamiento, El sabio, el mercader y el guerrero, Guerrilla; análisis independiente como el de Michéa sobre La escuela de la ignorancia; escritura escondida de ilustres como Fernando Savater, Houellebecq, … o literatura inclasificable, como la que nos acaban de presentar con Cuerpo, un caso extraño de literatura anabolizante del músculo de Harry Crews.

En fin, una editorial apestada y deliciosa, pequeños descubrimientos incómodos y necesarios. Ya tienes todo su fondo en nuestro escaparate y en lugar preferente de nuestra librería. Libros con los que no pasarías un control antidoping."

La Buena Vida


De Prólogos y Epílogos (dimes y diretes)

En el prólogo a la genial obra Knockemstiff, de Donald Ray Pollock, publicada recientemente por Libros del Silencio, con fabulosa traducción de Javier Calvo (“historias ágiles y divertidas sobre la gente más triste que jamás se haya visto. Más atrayente que cualquier otro libro de ficción publicado en años”, según declara Chuck Palahniuk en la cuarta de cubierta), Kiko Amat mentaba en dos ocasiones a Harry Crews.


En un primer momento, después de comparar al autor prologado con el propio Chuck Palahniuk (a quien, como muy bien dice, suelen intuírsele demasiado los hilos) afirma Amat que Pollock (Ohio, 1954) posee la fuerza Fante-Bukowskiana (o Selby-Algreniana) de LA VERDAD. “Una verdad insular y silvestre y deteriorada a fuerza de intenso inbreeding (o sea, primos casándose con primas y gestando excepcionales bastardos de impureza casi total) que sólo grandes mártires de la literatura working class americana como Harry Crews –en sus insuperables A Feast of Snakes o Car– o los citados Hubert Selby o Nelson Algren habían logrado tocar. Una gran verdad, sí, aunque duela”. Más adelante, ya al final del prólogo, Amat insiste al considerar a Pollock uno de los mejores escritores que han salido de Estados Unidos en los últimos cincuenta años. “Lo comparé sin miedo a Harry Crews (uno de mis autores favoritos, y volvería a hacerlo sin temor, aunque me partan las rótulas en un callejón”. No estará de más añadir que, anteriormente, enumerando la fauna que puebla el libro de Pollock, Amat parece estar hablando de los personajes que habitan las páginas de Crews: “la basura de los trailers parks, la generación teleadicta, los culturistas atiborrados de esteroides (con corazones del tamaño de pollos) que sufren infartos y se cagan en los pantalones, las madres solteras y chainsmokers, los cheques gubernamentales por accidentes laborales y un montón auténticamente escandaloso de drogas cuya ingesta busca desesperadamente un camino de evasión de la espantosa realidad”. El universo Turnipseed (la familia protagonista de Cuerpo) al completo.

También hace unos días, en su página, al elaborar una lista de autores favoritos que no se traducen ni a tiros, entre Ken Kesey y Nik Cohn, en sexto lugar, Amat volvía a referirse a Crews con estas palabras: “nº6: Harry Crews, todo: Pero calma, amigos. Justo cuando estaba escribiendo esto he topado con la noticia del año: Acuarela va a publicar Cuerpo este mismo junio. ¡Aleluya! Aún quedan por editar todas las demás (A childhood, Car y The Gipsy’s curse son mis predilectas, si desean saberlo), pero al menos se ha puesto fin a una injusticia tremenda para con el mejor escritor sureño vivo, y uno de mis más queridos narradores desde siempre”.

Lista que nos trae a la memoria otra semejante que elaboró hace ya unos meses en su página web el mentado Chuck Palahniuk (de quien se ha llegado a decir que es un Harry Crews descafeinado) recomendando a sus autores favoritos, entre los que, por supuesto, se encuentra Crews.




















Los autores recomendados por Palahniuk

Y, del mismo modo, en el epílogo de Michael Carson (El Novelista como Reportero) a la recopilación de artículos de prensa de Michael Connelly, Crónicas de Sucesos (Ediciones B), vuelve a aparecer la pista de Crews:

“Connelly decidió convertirse en escritor de novela policíaca después de ver la versión cínica de Robert Altman de El Largo Adiós y de volver a las novelas de Chandler, que devoró una a una. En la Universidad de Florida, estudió escritura creativa con el novelista Harry Crews. Aunque afirma que la forma de vida de Crews y su éxito como escritor influyeron más en él que su estilo, veo en la ficción de Connelly elementos de la oscuridad de Crews, a medio camino entre el gótico sureño y el teatro del absurdo. También veo en Harry Bosch una figura muy crewsiana, fuera de lugar en su mundo y estirándose hasta casi quebrarse al tratar de encajar”.

Pues bien, ese completo desconocido tan citado en prólogos, epílogos y listas de autores de culto, esa especie de “secreto mejor guardado de la literatura sureña norteamericana”, por fin ha cruzado el charco y ha llegado a la ciudad.

Reseña de Cuerpo de Harry Crews en el blog "Atalaya de la vida humana"



Valoración de este libro: obra maestra. Pero vayamos por partes. Primero: odio a los culturistas o a los aspirantes a culturistas o a los aprendices de culturistas. Me parecen todos unos tíomierdas. Y, para que conste, soy un tipo que acude con frecuencia al gimnasio para entrenar y mantenerme en forma. Lo que no hago, evidentemente, es hincharme a proteínas de cocodrilo, hormonas de mamut y anabolizantes de tiranosaurio a las puertas del verano para ponerme como un globo y fardar de músculos en la playa. Y encima no es raro ver a esos tipos tan grandes cagándose encima o tirándose unos pedos ruidosísimos por el esfuerzo al levantar una barra de cincuenta kilos. Pringaos. Así que me dije: ¿en serio te va a interesar un libro que se centra en un concurso de culturismo? Segundo: decidí arriesgarme en la compra y no me arrepiento, más que nada porque en esta maravillosa novela, una vez más made in EEUU, no solo se habla de culturistas, sino que se ahonda en los sentimientos y en la vida de la gente de una manera no tan distinta a como lo hizo Clint Eastwood en Millon Dollar Baby. Es la historia de Dorothy Turnipseed (apellido que en inglés significa "semilla de nabo"), una chica sencilla de pueblo que ahora puede ambicionar al título de Miss Cosmos gracias a su entrenador, Russell Morgan (llamado también Russell Músculo), quien le pone a su campeona el deslumbrante nombre artístico de Shereel Dupont. Ella es la gran favorita para alzarse con el primer premio, pero hay un inconveniente: toda la familia de Shereel viaja desde Georgia y se presenta en el hotel donde va a tener lugar la competición. El choque entre el mundo de los culturistas y el de los paletos produce un estallido más fuerte que la misma bomba atómica, y el lector se descojona a lo largo del libro y a veces incluso corre el riesgo de caerse de la silla o del sofá o de donde cojones esté sentado de tanto partirse la caja. Sin embargo, por encima de todo, incluso de la belleza de lo grotesco y de las risas, está el ahondamiento en los sentimientos y en las emociones que muy a menudo caracterizan al ser humano. Los personajes se quedan grabados a fuego en la memoria y algunos incluso llegan a cobrar vida propia en la mente del lector, como Cabeza Clavo, Billy Murciélago, el padre Alphonse (a quien todos llamaban Fonse menos su mujer), Muro, Russell, Motor, Earline y, por supuesto, Shereel. El final, de alguna manera presagiado, es la guinda en el pastel en esta fabulosa obra de arte. Aquí van algunos párrafos:

Pero siempre había tenido cuidado porque si había algo que sabía sin ningún género de dudas era que la rareza era más contagiosa que la gripe porcina. Un hombre prudente tomaba precauciones para no contraerla (pág. 123).

Encerrarse en sí misma. El nombre de aquel juego era: control. Controlarlo todo. Creer que puedes controlarlo todo. Créetelo y es tuyo. Créetelo y no habrá otra verdad (pág. 314).


La moraleja final es la siguiente: hay que hacerse con este libro, sea como sea. Mi más sincera enhorabuena a la editorial Acuarela Libros & Antonio Machado por publicar esta joya literaria en España.

por Francisco Spinoglio