En 'El cantante de Gospel' brilla la mejor prosa de boxeador de Harry Crews: ágil, veloz, hostil
Harry Crews en Florida en 1998. / Associated Press
La reciente muerte en Florida de Harry Crews (1935-2012) ha puesto de relieve su obra, poco conocida en España. Autor de 16 novelas, Crews fue un outsider
que dio vida a la América profunda y ahondó como nadie en su verdadero
ser, dejando un imaginario grotesco, lleno de autenticidad y fuerza
poética. Era una poesía freak, de lo monstruoso y lo marginal.
Quizá por eso sus novelas tuvieron una resonancia menor de la que
merecía su talento. No todos supieron ver una original concepción del
mundo a través de sus personajes sonados, primitivos o incompletos. Le
gustaban los defectos y las cicatrices. “Una cicatriz muestra que el
dolor ha pasado, que la herida está curada” (Scar Lover). Crews, que vivió su infancia en una casa sin electricidad, perdida “al final de un camino de tierra”, escribió para huir (Sigue leyendo)
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