
No es el caso hoy en día. Ahora el descontento sólo empuja hacia una dirección: a la derecha, a la derecha, y más a la derecha todavía. Quítale a los ciudadanos de Kansas la seguridad de tener un trabajo y se afilian al partido republicano. Échales de sus tierras y al día siguiente los tienes protestando contra el aborto delante de una clínica. Ventílate sus ahorros en manicuras para el consejero delegado de una multinacional y se harán miembros de la asociación paleoconservadora John Birch. Pero si les preguntas por los remedios que ponían a las mismas situaciones sus antepasados -sindicatos, normas antimonopolio, propiedad pública- les parecerá que les estás hablando de la Edad Media..."
Aquí tenéis un fragmento de un libro que estamos relanzando, ¿Qué pasa con Kansas?, de Thomas Frank, uno de los análisis que mejor explica de dónde surge la fuerza movilizadora del Tea Party y por qué la izquierda ya no entiende (ni sintoniza con) la furia de la gente común.
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