Uno de los grandes de Jamaica: Prince Buster, a la izquierda, con gorra. (Melodisc Records) |
En los próximos meses vamos a embarcarnos en una conversación sobre la música jamaicana con muchos contenidos (vídeos, películas, imágenes, textos, etc.), creando alianzas con muchas de esas conexiones reggae que hemos tenido la suerte de conocer antes y después de la publicación.
Y todo esto viene a cuento de que hemos pensado que para empezar a hablar de las maravillas que se pueden descubrir en el reggae nos viene fenomenal como aperitivo un comentario sobre el mundo de los sound systems jamaicanos de Dreadful Danitomas, quien ha tenido la genial idea de lanzar una editorial dedicada exclusivamente ¡¡¡al mundo de la música jamaicana!!! Se llama Black Star (este es el enlace a la tienda) y ha empezado con un libro que estamos leyendo para comentar más al respecto en el blog: La leyenda de Sugar Minott y Youth Promotion, de Beth Lesser. ¡Mucha suerte, Dani, fantástica coincidencia en el tiempo!
El comentario, que nos hizo Dani en un mail privado y nos tomamos la libertad de reproducir porque resume algunas de las ideas que nos fascinan de Jamaica y su música (más adelante tocaremos estos temas más a fondo), es el siguiente:
Me flipa pensar que mientras en España en las fiestas se bailaba Manolo Escobar, en los guetos de Kingston estaban alucinando con sound systems, dj's rapeando sobre el black power, por encima de ritmos dubs super densos y oscuros. Ser universitario de clase media y rasta quizá no tenga mucho sentido, pero en el Kingston de los 70 y 80 suponía desafiar con fiereza un sistema corrupto y violento que servía a intereses externos a la isla.
Os dejamos con un temazo de Sugar Minott sobre la sagrada hierba. Pronto más.
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