"En ocasiones los prolíficos tentáculos de Sonic Youth, la banda de rock más importante y visionaria de los últimos 30 años, se extienden. Esta vez es el turno del miembro más vanguardista de una banda que tiene la radicalización maximalista como naturaleza. Lee Ranaldo es ya parte de códigos y simbolismos fundamentales para entender el rock experimental, sólo que ahora se propone continuar la aventura adentrándose y objetivizando una reconfiguración escénica y temática de reto a los sentidos.
Lo primero que se puede apreciar en el patio del Palau de la Virreina de Barcelona es una Fender en suspensión desde el techo. Ranaldo la utilizará, siempre en vertical, con punzante control, habilitando conexiones encauzadas dentro de un mantra de feedback que evoluciona en forma de trance con incesante y perturbadora belleza. Somete al público a una trasmutación de libre asociación invitando a convivir entre lo infinito de las expansivas partículas de sonido, puros átomos de ruido (...)" Sigue leyendo el artículo.
Aprovechamos la publicación de este artículo en Ruta 66 sobre la actividad poética de Lee Ranaldo (guitarrista de Sonic Youth) para rescatar un par de poemas de su obra Road Movies, que publicamos en Acuarela Libros. Como siempre, añadimos alguna de las ilustraciones que hizo Acacio Puig para acompañar los poemas de Lee.
Toronto
Esta noche me arrancaron la cadena del cuello
cuando me incliné hacia el público mientras tocábamos Kool Thing.
También me quitaron el reloj,
me rompieron los pantalones nuevos,
mientras daban vueltas a un ritmo estroboscópico
para alcanzar un estado olvidado hace tiempo.
Trataban de liberar algo indescriptible,
algo inconmensurable, durante un rato.
Me obligaban a saltar,
poniendo ascuas bajo mis pies,
conteniendo la respiración,
incitándome,
haciéndome pagar por lo que no pueden hacer por sí mismos,
con la esperanza de que yo colmara el vacío
que sienten en sus cabezas
pequeñas y puntiagudas.
Intentaban llegar al éxtasis en la sala,
estatuas aladas que observaban,
que a gritos pedían más, siempre más, hasta que finalmente
–finalmente–
la energía se liberó, pasó a mi cuerpo
y me mantuvo en vela toda la noche con visiones delirantes e inagotables.
Ellos pudieron acabar el día
saciados
y desfilaron hacia el frío,
algunos con su amante,
pero la mayoría
no eran más que unos críos
que al fin iban a poder dormir.
LANGOSTAS
En un mundo donde todo se desmorona
forma, sustancia y fuerza se pierden
palabras violentas
acechan la tierra
almas artificiales
fingen vivir al límite
cual plaga feroz
que arrasa los campos.
¿Existe en verdad una razón?
Vaciad vuestros áticos repletos
desechad antiguos amores y
ángeles por venir
cubrid todo con un manto negro
cerrad las ventanas
atad los electrodomésticos
las mascotas
y dejadlo todo
cerrad la puerta
y marchaos.
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