Estos documentos complementan la lectura de Mayo del 68: la revolución de la revolución, de Jacques Baynac.
DOCUMENTO 1
(Véase
página 126)
Anverso
RHÔNE
POULENC VITRY
CFDT
Acabamos de vivir una semana agitada.
La actualidad ha dado un vuelco total. Los titulares se han
transformado. Sólo se ha hablado de París y de lo que allí
sucedía. ¡El mundo ha descubierto de repente que no todo eran
maravillas en el universo gaullista! Agotada su paciencia, los
jóvenes se han rebelado y empezado a rechazar de forma global todo
un sistema, porque han comprendido o sentido que las dificultades
encontradas en la organización de sus estudios y, sobre todo, en sus
salidas laborales, procedían del propio sistema, un sistema que sólo
acepta formar a la juventud si esta se pone a su servicio... (¡Esta
es, de hecho, la concepción de la dirección de Rhône Poulenc en
materia de formación profesional!)
Y hablamos de los JÓVENES, sí,
porque sabemos perfectamente que TODOS LOS JÓVENES, trabajadores,
estudiantes de instituto o universitarios, se han sentido aludidos
por el movimiento lanzado por los estudiantes. Francia se ha dividido
en dos campos: el de los que eligen el lado de los Jóvenes... y el
de los demás, los que prefieren el ORDEN...
Pero nosotros, los trabajadores,
hemos comprendido, aunque algunas cosas nos hayan chocado (pero
¿acaso cabe pedir a los jóvenes la sabiduría y la madurez de los
más mayores?), nosotros hemos comprendido que ellos tenían razón y
los LLAMAMIENTOS de la UNEF a las organizaciones sindicales obreras
no pueden dejarnos indiferentes.
Y
si somos padres, si hacemos sacrificios para que nuestros hijos
estudien... ¡quizá
sea al fin y al cabo para que les sirva de algo!...
AHORA
BIEN, NADA se ha RESUELTO. Cuidémonos del optimismo que se pretende
crear, porque...
................................................................................../
Reverso
Ni
la reapertura de las universidades ni la liberación de las personas
detenidas resuelven el problema
fundamental:
LA REFORMA DEMOCRÁTICA DEL SISTEMA EDUCATIVO.
Esta
es la razón por la que las organizaciones sindicales obreras y la
UNEF preparan UNA GRAN MANIFESTACIÓN en PARÍS, el sábado 11 de
mayo, por la tarde.
Os
invitamos a todos a acudir en masa a esta manifestación (cuya hora y
lugar serán confirmados a través de la prensa y de la radio), PARA:
PROTESTAR
CONTRA ESTE RÉGIMEN DE PLENOS PODERES
RECLAMAR
LA REFORMA DEL SISTEMA EDUCATIVO
MANIFESTAR
CONTRA VIENTO Y MAREA LA SOLIDARIDAD TRABAJADORES-ESTUDIANTES
DOCUMENTO 2
Véase
página 249
Reproducción
del original
ACTAS
DE LA AG DE LOS CAOE del 19 de mayo de 1968. CENSIER
Se
discute en torno al texto de la octavilla rosa que desarrolla los
siete puntos de la octavilla elaborada después de la AG de ayer por
la noche.
Las
distintas críticas hechas a la octavilla son:
- Es peligrosa: ¿es necesario empezar a atacar ya a los sindicatos?
- Adolece de cierta verborrea: De esta suerte aparecerá..., etc.
- Sitúa las cosas a nivel teórico. Ahora bien, el CA se ha creado con el objetivo de una acción práctica y no de una acción ideológica.
- Hace un llamamiento a la espontaneidad: no se hacen llamamientos a la espontaneidad.
- De hecho, el desencadenante de las huelgas ya no es la espontaneidad de los trabajadores, sino los sindicatos. Por ejemplo: Saviem.
Propuestas
concretas en relación a estas octavillas
- Es preciso hacer una octavilla que explique a los obreros cómo crear una organización de base capaz de decidir con agilidad. En caso de huelga general, es necesario, llegado el caso, poder tomar iniciativas concretas con rapidez.
- Organizar comités que propongan, decidan, ejecuten.
- No criticar a los sindicatos, sino explicar a la gente que el sindicato está al servicio de la base y no al revés.
- Los obreros no están informados de lo que pasa en los Comités de Acción. El problema principal es el de la información. Es preciso:
- decir lo que es un CA
- lo que este hace por los obreros,
- hacerles llegar las conclusiones de los debates de las AG.
- Es necesario precisar que el poder está en las clases trabajadoras porque el trabajo es un valor mientras que el dinero no sólo no es un valor, sino que es una alienación.
A
partir de este momento, la discusión gira en torno a la naturaleza y
al papel de los CAOE
- Historial de los comités:
Tras
el papel desempeñado en el desencadenamiento de las huelgas, estos
se separan de las masas de estudiantes cuyo objetivo es discutir
sobre los problemas de la autogestión y no sobre los problemas
sociales en general.
Ahora todo el problema está en las
fábricas. En las barricadas, los estudiantes emplearon los métodos
de violencia tradicionales de los movimientos obreros, unos métodos
que el reformismo les había hecho olvidar.
En
consecuencia, es necesario:
- transmitir los métodos de gestión revolucionarios de los trabajadores. Desconfiar de los sindicatos que intentan tomar las riendas del movimiento.
- Los CA no buscan tomar las riendas del movimiento obrero.
- Es absolutamente necesario controlar la huelga, las negociaciones de las reivindicaciones, etc. Si ese movimiento persiste, las clases más explotadas no se movilizarán y la represión será dura.
- Los CA deben dejar la gestión de la huelga en manos de los huelguistas pero sin abandonarlos a su suerte pues estos no se inclinarán de forma automática hacia las medidas más radicales, que son las únicas capaces de transformar la situación.
- Los CA deben estar en disposición de difundir las informaciones.
- Deben dedicarse inmediatamente a un mínimo de reflexión teórica para saber hacia dónde vamos. Punto esencial. Se trata de evitar que el movimiento obrero termine, como en el 36, adoptando un cariz folclórico.
Pregunta:
¿Cuál es el papel de los CA respecto a los comités de huelga?
Respuesta:
El mismo. Los objetivos son igualmente revolucionarios.
Propuesta:
En un segundo momento, ¿no deberían fundirse los Comités de Acción
en comités de huelga?
Problema
del papel de los sindicatos
Intervención:
desde hace un siglo se viene repitiendo a los obreros que deben
obedecer a sus sindicatos para no ser despedidos. Ellos no son
adultos, sólo son adultos los responsables sindicales. Pero
en la SNCF las federaciones se reunieron tras el desencadenamiento de
la huelga y no hicieron nada. Es necesario saber que los sindicatos
no pueden estar más al servicio de los trabajadores de lo que lo
está el Estado burgués, pues ambos tienen las mismas estructuras.
Corroboración:
A los sindicados tan siquiera se les pone al corriente de los nombres
de los delegados sindicales. El mito de la burocracia y su
mistificación son más peligrosos que los del capitalismo.
Proposición
relativa a la redacción de las octavillas:
- Deben denunciar las maniobras burocráticas.
- Deben mostrar las formas de organización y recordar a la clase obrera las lecciones que de ella misma hemos aprendido.
- Es preciso decir a los obreros que deben tomar las riendas de sus asuntos y no delegar ningún poder en nadie; los delegados han de recibir su mandato para tareas precisas.
- Es preciso incitarles a romper la burocracia que se intenta reconstruir a su alrededor.
Interrupción
de la sesión para organizar tareas prácticas
- Renault: estudiantes dispuestos a ir a las 8:00 a discutir con los trabajadores a la puerta de la fábrica. La huelga de Renault no es indefinida, sino que se dilata cada día, al menos en ciertas fábricas.
- Seguridad social: no estará en huelga hasta mañana por la mañana. Es necesario dejar madurar en su conciencia la idea de la traición de sus sindicatos. Es preciso ayudar a los trabajadores, a través de las discusiones, a rechazar esa burocracia. Es preciso crear CA de debate, gestión, análisis de la situación.
Propuesta:
unos artistas han vendido sus obras y venido a traer el producto de
sus ventas. Creación de un comité que decida el destino de esos
fondos.
- Demanda de acciones en Bretaña,
- Demanda de otras acciones en provincias,
- Citroën necesita gente capaz de hablar castellano, árabe y portugués,
- Se necesita gente para estar mañana a las 8:00 en Sirlo, en la calle Mail,
- mañana a las 10:00 de la mañana en la RATP de la puerta de Orleans,
- en Sud Aviation, Courbevoie,
- en Assedic, contacto a las 17:30,
- en Agence Havas, a las 20:00.
Propuesta relativa a las formas de acción de los CA
- Acercarse a las banlieues, donde la gente no está en absoluto al corriente, e informar yendo de puerta a puerta a sus propias casas.
- Objeción: falta de gente y de tiempo.
- Propuesta: dejar la cosa, de momento, en manos de los Comités de barrio.
Información
ORTF
Huelga general inminente promovida
por un grupo de quince personas.
Propuesta:
haría falta adoptar una postura política respecto a la autogestión
obrera de las fábricas.
Anuncio:
CFDT pide voluntarios para la plaza de Montholon, sección trabajos
públicos (información desmentida más adelante).
Se
informa de la existencia en Bellas Artes de un Comité que puede
asegurar la impresión de los carteles.
DOCUMENTO 3
Véase
página 276
Contra
la pseudosolidaridad estudiantes-obreros
- El desarrollo de múltiples iniciativas dirigidas a los obreros no debe llevar a engaño. Sólo se trata de una pseudosolidaridad obreros-estudiantes basada en una concepción congelada de la lucha de clases (ponerse al servicio de los trabajadores o educar a los obreros) que se limita a reducir los problemas de los estudiantes y las capas medias a los de los obreros. Todos estos movimientos se vendrán abajo tras la fase de excitación sentimental revolucionaria o se limitarán a una congregación de estudiantes masoquistas que, asumiendo su condición, se dedicarán a lamer el culo del proletariado con su lengua rasposa. ESTO NO VA A NINGUNA PARTE. Criticar la universidad, ponerse al servicio de los trabajadores son posiciones que no superan los esquemas de la sociedad de clases.
- El único apoyo posible es el de un movimiento que se niegue a sí mismo como movimiento estudiantil, que prepare su DESAPARICIÓN y la de todos los estudiantes como capa SEPARADA y poseedora de PRIVILEGIOS. Este es el motivo por el que cualquier reconstrucción de una universidad autónoma o crítica equivale a salvaguardar la división del trabajo, a salvaguardar las bases de la EXPLOTACIÓN. (Los profes, esos valientes gilipollas, saben bien lo que hacen cuando se acoplan a los estudiantes izquierdosos; saben que, en cualquier caso, ellos salvaran su función y, por ende, su poder). La negación es lo único que puede permitir la ampliación de la base de la lucha, ahora reducida a una lucha contra la represión policial. Esta solidaridad que podría extenderse a la represión en general (cultura, organización MILITARISTA del TRABAJO) es insuficiente.
- Los privilegios estudiantiles que es preciso desenmascarar, denunciar y destruir para desaparecer en cuanto estudiantes son:
- el privilegio del saber: el saber universitario sólo es un saber social, no hay una sola esfera técnica o científica que eluda milagrosamente la lucha de clases. Es necesario abolir la propiedad privada del conocimiento que es la base del poder secundario ejercido por los cuadros, técnicos y universitarios. Mientras no llevemos a cabo su abolición, los obreros nos respetarán, admirarán nuestros conocimientos, nuestra forma de hablar,... y se inclinarán ante la jerarquía intelectual/manual.
- El privilegio del tiempo libre, del ocio, de la cultura: la condición estudiantil ofrece más posibilidades que las otras de creerse libre, creador, disponible... Mientras no denunciemos la creatividad falsa y alienada de las personas que se creen la vanguardia artística, mientras no denunciemos la cultura como contemplación de lo que se vive de forma ficticia, como un modo de representar un papel y de ser representados por él, para ocultar el aburrimiento, seguiremos siendo ESTUDIANTES en busca de la mayor cuota posible de poder, pese a una voluntad, cuando no a una intención única, de operar una unión efectiva con el proletariado.
París
20.05.1968
Comité
de Acción de la calle Bonaparte
Les
Inconnus
[Los desconocidos]
Sólo
pueden considerarse revolucionarios aquellos estudiantes que,
habiendo hecho esta crítica del saber como pseudo-razón de una
jerarquía real, se hayan destruido a sí mismos. Hacer esta crítica
es un acto esencial pues demuestra que el problema del paso al
socialismo, esto es, del control por parte de cada uno de todos los
aspectos de la propia vida, no es sólo un problema de propiedad de
los medios de producción. Si la batalla de obreros y estudiantes
deviene un día rigurosamente idéntica será a nivel de la lucha
contra lo que los estudiantes
son:
especialistas, personas a las que su función técnica confiere un
poder social. Si esta destrucción no se lleva a cabo, pasaremos del
capitalismo privado a un capitalismo burocrático de Estado. ¿Y qué
interés podría tener cambiar de amos para seguir haciendo el mismo
curro en las mismas fábricas, para seguir sometiéndose a las mismas
presiones ideológicas..., en definitiva, para seguir trabajando para
otros en vez de para uno mismo?
Los estudiantes que se niegan a
plantear de forma explícita y práctica el problema de sus
privilegios, y de sus fundamentos exactos (Saber, Función,
Jerarquía...), para ocuparse de la reforma universitaria son unos
reaccionarios. En definitiva, los que pretenden ponerse al servicio
del pueblo sin haber realizado esta crítica podrían ser útiles a
las burocracias sindicales pero no a la revolución, es decir, al
propio pueblo.
La cuestión a partir de ahora es
llevar a cabo esta lucha común, entre trabajadores y estudiantes
radicales, a nivel de esta crítica de la jerarquía y de la división
del trabajo en la producción (que puede plantearse muy pronto si la
nueva puesta en marcha de los medios mínimos de producción se
realiza bajo control obrero).
Comité de acción de la calle
Bonaparte
DOCUMENTO
4: Ficha del enlace Hachette
Véase
página 346
HACHETTE
21.5.68
- La ausencia, dentro, tanto de piquetes de huelga como de liberados de CGT, permitió iniciar un diálogo a través de un tragaluz. El creciente interés suscitado por los problemas planteados por una y otra parte y la evidente simpatía hacia el contacto obreros-estudiantes llevó a un número importante de obreros a salir de la fábrica para continuar discutiendo en la calle.
- Este diálogo, de carácter muy político, versó sobre:
El
origen de la huelga: el voto de CGT.
Todos
reconocieron que la chispa que «encendió la llama» fue la
reacción
estudiantil.
Acuerdo unánime en deplorar el
aislamiento forzado por la acción gubernamental y a veces frenado
por los organismos sindicales.
Intervención
de un responsable de CGT únicamente destinada a romper el contacto;
a este fin, somos interpelados sobre el valor de la actuación de
Cohn-Bendit. Incapaz de sostener el diálogo y sin el apoyo de todos
sus amigos, esta persona termina yéndose.
Una
gran parte de los obreros acaba poniéndose finalmente de acuerdo con
nosotros en los puntos siguientes: con «este» gobierno el diálogo
es imposible, las charlas ineficaces; a la violencia del Estado
burgués debe responderse con la violencia obrero-estudiantil.
Deseo
unánime de la caída del poder actual.
- Dificultades materiales para sostener una huelga ilimitada.
- Falta de efectivos para asegurar la defensa de la fábrica. Inseguridad de los obreros por la presencia de Guardias Móviles en la CITA
- NB Predominio de elementos jóvenes en Hachette.
DOCUMENTO 5: ficha del enlace Europa 1
Véase
página 142
y
siguientes
Martes
21 de mayo
EUROPA
1
De
14:00 a 18:00 hrs
Discusión
con unos diez miembros de la empresa y, entre ellos, con el
secretario de CGT, el secretario del Comité de empresa, un delegado
de personal, un periodista, Paoli, y Siégel, el director. Sólo
querían replicar, en respuesta a los ataques realizados contra
ellos, acerca de su concepto de objetividad informativa. Conseguimos
que reconocieran que el tono había cambiado bruscamente a las 7:00
de la mañana y durante la noche de las barricadas en que se había
tendido a minimizar los hechos.
Se intentó romper, pero sin resultados, su concepto de objetividad
neutral. Lo positivo es que se abordaron los problemas inmediatos.
Nos expusieron los problemas diplomáticos causados por la
eventualidad de una transformación entre ellos de sus estructuras.
Parecen
decididos a hacer algo pero sin comprometer el futuro...
DOCUMENTO 6: Informe de actividad Frimatic
Véase
página 197
PARÍS
21.5.68
INFORME
SOBRE EL AMBIENTE SOCIAL EN LOS DEPARTAMENTOS INDUSTRIALES DE LA
SOCIEDAD FRIMATIC,
Avenida
del presidente Wilson, 151, Puteaux, 92. ENTRE EL 13.5.68 Y EL
22.5.68.
13
DE MAYO, 1968
- 5 empleados quieren hacer huelga, pero renuncian a ella ante la imposibilidad de convencer a sus compañeros.
17
DE MAYO, 1968
- me presento en el comité y pido que un estudiante se acerque a la puerta de la fábrica a ponerse en contacto conmigo y explicar la postura de los estudiantes a mis compañeros. Repito esta petición el 17 de mayo.
20
DE MAYO, 1968
Una
moción
reclama:
- un salario superior a los 1.000 NF
- un aumento general de 150 NF
- 40 horas sin reducción salarial
- un comité de empresa
- algunas reivindicaciones en detalle
La
moción circula lentamente y recoge 28 firmas. La propuesta de una
nueva moción genera algunas divergencias y el asunto se remite al
día siguiente.
Informado
de lo que se está tramando, un miembro de la dirección sugiere:
podríamos evitar la huelga y recibir más adelante los beneficios
acordados. Propuesta mal acogida por todo el mundo.
21
DE MAYO, 1968
- Se redacta una moción común, firmada por 38 personas y entregada hacia las 15:30 hrs. en presencia del conjunto del personal, tras plantearse algunas dudas respecto al sujeto portador de la moción. Respuesta de la dirección: no puede respondernos inmediatamente. Los huelguistas deciden reemprender el trabajo mientras esperan dicha respuesta.
El director técnico me
convoca, me informa de que está al corriente de nuestros contactos
con los estudiantes para una distribución de octavillas.
Me
recibe amigablemente y me explica que, a su juicio, la empresa no
puede satisfacer nuestras reivindicaciones por motivos
económicos.
A mi objeción de que esta acción apunta más allá de la empresa,
él responde que los problemas nacionales sólo podrán resolverse
después del referéndum y las elecciones.
Error
a evitar en el futuro.
Ayer
20 de mayo de 1968,
la estudiante enviada por el comité telefonea a las 17:30 hrs.,
cuando ya me he ido de la empresa. Su interlocutor le dice que ya no
estoy y le pregunta si me puede dar el recado. La
estudiante le contesta que quiere contactar conmigo a propósito de
una distribución de octavillas. Su interlocutor era el director
técnico de la empresa.
De esta suerte, hoy
21.5.68 a las 12:00 hrs., me entero por boca del director técnico de
que me han llamado para una distribución de octavillas.
Hoy
21.5.68, una estudiante, que no se identifica pero dice ser del
comité, me pregunta si pueden venir tres estudiantes a distribuir
octavillas. Le respondo que en el ambiente actual esta distribución
sería inútil e, incluso, perjudicial.
Añado
que ayer, 20.5.68, me llamaron de parte del comité para...
Me
veo con ella a las 23:00 hrs. y le explico por qué necesitaba
contactar con alguien el día 16 y por qué ya no tengo esa necesidad
el 20 de mayo.
Pido
al comité que haga lo necesario para evitar nuevos errores de este
tipo.
NOTA SOBRE LA SOCIEDAD FRIMATIC
CMEP
y FRIMATIC forman parte del grupo CLARET, uno de los fabricantes de
aparatos electrodomésticos más importantes. El grupo CLARET engloba
varias sociedades, entre ellas la unidad hermética (compresores y
frigoríficos) y CMEP FRIMATIC de montaje de frigoríficos.
El
grupo posee varias fábricas, en especial:
- en Barentin (Seine Maritime): motores de compresores,
- en Romilly (Aube): montaje de refrigeradores,
- en La Verpillère (Isère),
- en Cessieu (Isère): montaje de compresores y fabricación de piezas de compresores.
Servicios
administrativos y laboratorios:
- Bld. Malesherbes en París,
- en Courbevoie,
- en Nanterre (laboratorio),
- en Puteaux (registro y servicios comerciales).
El
grupo cuenta con unos 3.000 empleados.
50
personas fueron despedidas recientemente de Nanterre, el pasado
abril. Los trabajadores están obsesionados con los despidos que
vendrían aparejados a una eventual fusión con THOMSON.
Yo
trabajo en el departamento de ingeniería industrial, en la avenida
del presidente Wilson, 151, en Puteaux, 92. En Puteaux también hay
un servicio postventa y servicios comerciales. En Puteaux trabajan
unas 60 personas, 38 o 40 de ellas en el servicio industrial. Aunque
no están sindicadas sí son, en general, favorables a la CGT. Los
asalariados ganan entre 700 y 2.000 NF al mes. Hay un decimotercer
mes.
DOCUMENTO 7: Ficha del enlace Coty-Blanchet.
Uno
de los poquísimos enlaces corteses con la CGT.
Véase
página 377.
COTY-BLANCHET
(fábrica de perfumes)
Pont
de Suresnes
Reunión
sindical en un edificio destartalado, cruzando el puente a mano
derecha.
Miércoles
25 de mayo a las 8:00 de la mañana.
Informadora:
Monique
La
huelga se desencadenó el martes 24 de mayo en ambas empresas, Coty y
Blanchet.
Una
reunión sindical reunió al personal de la empresa Blanchet y a
algunos miembros del personal de Coty.
El
objetivo era definir los diferentes puntos reivindicativos que el
sindicato debía presentar al patrón. La asamblea estaba
esencialmente compuesta por mujeres no sindicadas, sin ninguna
formación sindical.
Observación:
mucho
desorden,
propuestas relativas a puntos muy concretos, muy particulares. Todas
ellas son recogidas por el delegado sindical que, durante el cuarto
de hora en el que estuve, no trató de hacer ninguna síntesis ni
presentación alguna de la situación actual.
DISCUSIÓN
CON EL DELEGADO SINDICAL DE CGT
Se
muestra muy favorable al movimiento estudiantil pero insiste en la
diferencia de las reivindicaciones de obreros y estudiantes.
Aunque
personalmente
consciente de que la crisis sólo puede tener una salida política,
afirma que la CGT no puede situarse de entrada en ese terreno.
Acepta
difundir algunas octavillas en la fábrica eliminando la mención
revolucionaria de la firma.
No
se opone al establecimiento de contactos ni a las distribuciones de
octavillas en las verjas de las empresas.
La
CFDT tiene representación en Blanchet.
DOCUMENTO
8:
Octavilla del Comité para la Revolución Permanente.
Sin fecha.
Véase
página 230.
DICTADURA
Y COORDINACIÓN
- La revolución rechaza (entre otras cosas):
- la centralización del poder,
- la burocratización,
- las jerarquías materiales o de poder,
- la especialización desequilibrada y desequilibrante.
Este rechazo de una clase
dirigente implica el rechazo de una o varias clases dirigidas. Es el
rechazo de las propias clases.
- No se trata de cambiar, una vez más, de amos, sino de repartir el poder entre los trabajadores y de dar, al mismo tiempo, un sentido humano al trabajo –de transformar lo que actualmente es un castigo individual y colectivo en una actividad creativa–. El obrero (así como el burgués, el intelectual, el campesino y las demás compartimentaciones) está llamado a desaparecer para dar paso a los hombres, ahora ocultos tras las clases.
- Así concebida, la revolución consiste en un equilibrio entre la unidad de base (el individuo) y el todo (la colectividad económica, social, «cultural»). Si este equilibrio se rompe, la revolución descarrila.
- Por lo tanto, la revolución implica una generalización de las tomas de conciencia individuales, si es posible en una mayoría, si no, en una minoría activa y ejemplar. En los albores del proceso revolucionario, esta minoría (en una unidad productiva, educativa, de servicio, etc.) se encarga de imponer la huelga pasiva, pero en ningún caso la huelga activa (que precede la autogestión), a los débiles, esquiroles y fatalistas. La gente no se hace libre por obligación. Lo único que pueden hacer estas minorías es poner a cada individuo frente a sus responsabilidades políticas (en el sentido de la palabra: asuntos de la ciudad) y después darles un ejemplo de libertad autónoma y creativa. Este ejemplo se seguirá, pues la revolución es contagiosa. Una toma de conciencia individual y política no se efectúa ni por coerción ni desde una teoría separada de la praxis. Se efectúa en la acción.
- Para que haya acción, las minorías detonantes de la misma (grupúsculos, izquierdistas, aventureros, inadaptados, politizados revolucionarios de todo pelaje) deben comportarse como vanguardias. Pero una vez iniciado el proceso revolucionario, deben disolverse en la masa, en «la base», para evitar:
— que la falta de
flexibilidad de sus concepciones prerrevolucionarias marchite el
florecimiento revolucionario y, por ende, espontáneo, de los
trabajadores.
— la
tentación de erigirse en «jefes» y de formar una clase dirigente
durante un período interminable denominado «de transición».
Su función no es aportar
una línea política a una situación estática, sino actuar en pos
del desencadenamiento de un movimiento revolucionario para, después,
quitarse de en medio. Una vez disparada la bala, tirar el casquillo.
- «Los trabajadores no han alcanzado aún la madurez», dijeron lo PGDtistas. Pero en el mes de mayo lució el sol. Y hasta hubo quienes se pusieron todos rojos... Una importante mayoría de trabajadores ha aprendido que, si la oportunidad se presenta, ellos sabrán tomar las riendas de sus asuntos por sí mismos y con su propio lenguaje, que sabrán pelearse con sus propias manos, por todos y, en consecuencia, por cada uno.
Ya no necesitan un
partido (o Partido) que los encuadre, guíe, discipline. No necesitan
muletas. Pueden andar por sí solos.
- Nuestra revolución no es sólo proletaria, ni, por supuesto, pequeñoburguesa. Está más allá de las clases: una «dictadura del proletariado» –o de los pequeñoburgueses en nombre del proletariado– es anacrónica, insultante, incluso, para los adultos en que queremos convertirnos. El burgués es un fenómeno económico. «Una «dictadura del proletariado» (sobre la burguesía) implica unas condiciones donde puede sobrevivir o reaparecer una burguesía (con su proletariado correspondiente). Estas condiciones no son las de una verdadera revolución, que supera lo económico para hacerse total.
Ante
la pregunta: «¿Qué hacer con la burguesía durante el período de
su reeducación?, ¿Cómo impedir una contrarrevolución?», la
respuesta tradicional preconiza una dictadura del proletariado cuyo
fruto sólo es, como sabemos, una forma más sutil de
contrarrevolución.
Sería olvidar que
nuestra revolución no es proletaria, ni tan siquiera de clases. No
juega a enfrentar una clase contra otra, sino a los hombres contra
las formas de sociedad alienantes para TODOS.
Con
la revolución, los burgueses podrán elegir entre tres opciones:
devenir hombres –y, por lo tanto, revolucionarios–, intentar
recuperar o descarrilar la revolución forzando los aparatos
políticos de clase (PC, etc.) o luchar abiertamente contra el
movimiento.
En el primer caso, el
problema se resuelve por sí solo; la autorreeducación será
facilitada por la buena voluntad compartimentada que trata de devenir
total (como en el caso de los proletarios que quieran deshacerse de
los estigmas de clase en vez de lucirlos como si fueran medallas).
Cualquier
intento de aburguesamiento del movimiento (incluida la «dictadura
del proletariado» debe combatirse mediante la revolución permanente
(= el poder para los propios trabajadores –y los proletarios no son
los únicos que trabajan– y el rechazo a delegar sus
responsabilidades).
Para
los burgueses que estén en el tercer caso: la revolución no podrá
echar a andar hasta ganar una guerra civil, larga o corta, sangrienta
o blanca. La oposición así desarmada comportará dos elementos
principales: una mayoría de secuaces (policías, militares,
pequeñoburgueses idealistas de lo irracional, etc.) susceptibles de
comprender y de adaptarse al proceso revolucionario, y una minoría
de grandes burgueses y de autócratas irrecuperables que sin duda
preferirán el exilio a la exterminación.
Una
cuarta categoría –los que no elegirán pero seguirán sin
participar porque siempre han seguido sin participar– será un peso
muerto que el tiempo y la edad terminarán quitándonos de encima.
Paciencia.
La revolución supone
ausencia de leyes. La constricción será remplazada por la
autodisciplina consciente y constructiva. Si los que alcancen esta
estructura de vertebrados musculosos, que será confirmada por su
propio movimiento, sienten la necesidad de recurrir a cualquier
suerte de dictadura para arrastrar con ellos a los nostálgicos de
las muletas de la constricción, la revolución morirá. Y tendremos
que rehacerla.
Los
incapaces de superar su mentalidad jerárquica se verán arrastrados
pero no por una «dictadura del proletariado» sino por el EJEMPLO
contagioso de los hombres libres en movimiento.
- Sin la práctica, la teoría sólo es un temblor en el vacío, de la misma forma que, privada de «ideología» revolucionaria, la práctica sólo es una incoherencia destructiva. Un cerebro habituado a este tipo de ejercicio teórico necesita reeducarse por y en la práctica. La verdadera actividad de un vanguardista no es una actividad puramente teórica, sino la búsqueda de medios destinados a abatir el orden existente para liberar las fuerzas revolucionarias. Teórico es el que espera que otros hagan la revolución para poner en ella sus huevos de cuco. Una centralización mental del tipo «línea política» sólo puede obstaculizar la búsqueda de medios subversivos. Una línea política no debe ser más que la estela trazada por la combinación simultánea de teoría y práctica: la acción revolucionaria.
- Al igual que una vanguardia, un partido es un fenómeno prerrevolucionario; en vez de perderse entre conjeturas teóricas y problemas de organización y disciplina, debe centrarse únicamente en la agitación social, la crítica, la contestación y la información. El hecho de que un partido así sea o no parlamentario, esté solo o rodeado de muchos más partidos rivales o aliados, carece de importancia. Antes de la revolución, los temblores en el vacío pueden dar lugar a toda suerte de epifenómenos. Lo único que importa es la desaparición del partido en el momento revolucionario. Si subsisten uno o varios partidos, habrá que volver a hacer la revolución. No puede existir un «partido revolucionario». Un partido o bien es prerrevolucionario o bien no es más que un vulgar pretexto para la instauración de una oligarquía burocrática.
- Hablar de «dictadura del proletariado», de línea política, de partido revolucionario, es fútil y peligroso. Si la revolución es auténtica, estos no serán necesarios. Si hará falta una forma de coordinación. Debemos estar al tanto de que nadie la use como pretexto para desviar la revolución. Esta vigilancia es la de la revolución permanente.
- Pero «¿cómo conciliar la autonomía (de las unidades de trabajo, etc.) con el interés general, sin caer en la autarquía o en una autogestión capitalizante (Marx-Bakunin; “la fábrica para los obreros”)»? Eterna cantinela.
Una vez en marcha, el
proceso revolucionario precisará, sin duda, de unos «centros» o
«pivotes», en primer lugar, en cada unidad de trabajo, etc. –con
vistas a alcanzar el equilibrio entre los individuos autónomos y la
colectividad autónoma inmediata– y, después, a escala «regional»,
«nacional», «continental», etc., con vistas a equilibrar las
unidades autónomas entre sí y de todas ellas con el todo.
Se tratará de no
confundir este tipo de centralismo orgánico con una centralización
jerárquica, inorgánica, totalitaria, burocrática, de
especialistas-dictadores.
- Este punto (o puntos) de equilibrio proporcionará una coordinación a las unidades autónomas porque estas la necesitan. Será un servicio técnico, autónomo y para todos como, por ejemplo, el metro. No tendrá ni más ni menos poder político que cualquiera de las demás unidades autónomas, aunque es posible que a partir de la información proporcionada por su coordinación se adopten y expresen a través suyo decisiones de política general. Su trabajo será el de un ordenador principalmente destinado a realizar una planificación a partir de las informaciones sobre las posibilidades de producción económica y «cultural» y sobre las necesidades-deseos de consumo.
Será sin duda preferible
que este trabajo de coordinación de la sociedad se efectúe de forma
rotativa, teniendo en cuenta un cierto nivel de eficacia. Un
centralismo orgánico no requiere una especialización desequilibrada
y desequilibrante; cuando cada persona «hace política», los
políticos se hacen innecesarios.
- La coordinación será expresión y herramienta del poder soberano, repartida y equitativamente distribuida entre todos los trabajadores y asumida por ellos. Esta «definición» de una coordinación revolucionaria no es sólo coyuntural, sino el resultado de un análisis de algunos esbozos de coordinaciones que vieron la luz durante el mes de mayo.
- Es posible, e incluso probable, que, una vez librada a sí misma, la «base» encuentre unos métodos de coordinación completamente distintos. Lo importante es que sepa evitar los escollos contrarrevolucionarios.
Si
las vanguardias no se integran a la base EN CUANTO SU TAREA HAYA
TERMINADO, su formación prerrevolucionaria las condenará a
convertirse en contrarrevolucionarias.
- Es una lástima que durante el período prerrevolucionario Comités de Acción de todo tipo malgasten tiempos y energías, y emboten su conciencia revolucionaria dedicándose a fabricar una línea política y a preparar un partido revolucionario en vez de a actuar de forma autónoma y, por ende, pragmática, en sus radios de acción conocidos, al objeto de exigir y crear o mantener una coordinación –que les serviría de LAZO entre sí y les permitiría recibir INFORMACIÓN bruta sobre las actividades de unos y otros.
- «El poder para los trabajadores» sólo significa una cosa: que el poder es para los trabajadores y no para quienes «desean su bien».
Coordinación sólo
significa una cosa: ayudar a las autonomías a coordinarse y no
aprovechar una posición central para imponer cualquier suerte de
dictadura.
Comité para la
Revolución Permanente
DOCUMENTO
9:
Octavilla anónima, sin fecha (posterior al 24 de mayo)
LLAMAMIENTO
A LA VIOLENCIA
La represión salvaje y brutal del
«PENSAMIENTO» conservador y, supuestamente, moderno, y la del
sistema que lo enmarca, acaba de mostrar hoy su verdadero rostro.
Bajo la máscara de una benevolencia paternalista y científica, el
régimen vigente lleva diez años dedicado a reforzar día tras día
su definición de implantación, esto es, su sistema de defensa: la
policía. Desde hace diez años, estos políticos de la policía no
han dejado de instalarse en la ilusión creciente de su poder ni de
perfeccionar sus métodos de dominación para terminar, el primer día
de verdadera amenaza, masacrando sin piedad la primera tentativa
reivindicativa realizada al margen de la ley de los partidos que
pretenden representar a la izquierda. Ya no podemos ignorar un solo
segundo sus presencias. Ellos se han desnudado: mostrémonos
nosotros.
La
única táctica a seguir mañana: un golpe de porra = dos golpes de
barra de acero, una bomba lacrimógena = una bomba ofensiva. «HA
LLEGADO POR FIN LA HORA» de responder a la represión con el ataque,
al diálogo de mesa redonda con la palabra, a las significaciones con
el gesto. Organicémonos como lo individual se organiza en colectivo.
Tenemos la ALTURA DE LA FUERZA es decir, el NÚMERO. Falsificada por
estar en manos de quienes tienen miedo de sí mismos, la historia
siempre ha sido dirigida en su provecho en el sentido de las
mayorías. Ahora la mayoría somos nosotros. Se trata, sencillamente,
de tomar conciencia de un hecho: la «GUERRILLA» más fuerte es la
de la aventura del pensamiento. Ellos no la poseen. Nosotros la
vivimos. Es preciso marcarlos definitivamente con el sello de su
prisión.
Este
llamamiento a la violencia es la actualización de la trayectoria que
va del pensamiento al adoquín, ARMÉMONOS.
DOCUMENTO 10:
Octavilla anónima y sin fecha
(Sin duda publicada por el Comité para la Revolución Permanente tras el fin de los «acontecimientos»)
Véase
página 230
TRABAJO, OCIO Y LUMPEMPROLETARIADO
- No sólo contestan a la sociedad quienes trabajan, sino también quienes se niegan a trabajar.
- El rechazo del trabajo es una forma de huelga salvaje y, por lo tanto, un acto político.
- El ocio es la otra cara del trabajo asalariado: hoy constituye un capital cuya explotación se hace cada vez más rentable.
- El ocio no es la felicidad. Como no hay libertad sin actividad, quienes no trabajan acaban rebelándose contra el ocio.
- Ni trabajo ni ocio.
- El desprecio del trabajo, antaño privilegio de la capa social más alta –la nobleza–, se ha convertido hoy en la característica de la capa social más baja: el lumpemproletariado.
- El proletariado es la clase cuya única forma de sobrevivir es vender su fuerza de trabajo; el lumpemproletariado (la chusma) es el proletariado que se niega a vender su fuerza de trabajo.
- El capitalismo moderno, que ha hecho todo lo que estaba en sus manos para implantar la moral burguesa entre los obreros, ha logrado, visiblemente, alejar al proletariado de los países occidentales del subproletariado –desempleados y mano de obra extranjera–.
- Una de las esperanzas del movimiento revolucionario es la unidad entre quienes hacen un trabajo útil y quienes se niegan a hacer un trabajo inútil.
- Durante los acontecimientos de Mayo nació una solidaridad frágil pero preciosa entre todos los opositores al régimen actual. Esta solidaridad corre el riesgo de romperse ahora: los obreros siguen teniendo una desconfianza completamente comprensible hacia los intelectuales y estos se muestran incómodos con el lumpemproletariado. Alimentada por la prensa burguesa, la historia de los «katangueses» escondía, de hecho, un problema mucho más profundo: el problema de las relaciones entre los estudiantes y la «chusma».
- Ya es hora de tomar conciencia de que la revolución no tiene dos niveles y de que nuestras esperanzas dependen de la unidad de todas las fuerzas anticapitalistas. El lumpemproletariado desempeña un papel cada vez más importante en los movimientos revolucionarios; en mayo y junio destacó por su extraordinaria combatividad en la calle. La integración de los blousons noirs, beatniks en el movimiento, no es fácil, pero si los volvemos a expulsar habremos reinventado la lucha de clases dentro del movimiento, ni más ni menos.
La teoría revolucionaria
consiste en poder ofrecer al lumpemproletariado un futuro algo más
atractivo que el de esas vagas «posibilidades de empleo en las
mejores condiciones». Sólo una superación de la moral burguesa del
trabajo puede responder a estas exigencias.
- Desconfiemos de una vuelta al esnobismo: esnobismo de los burgueses respecto a los obreros, esnobismos de los trabajadores respecto a los desempleados, esnobismo de los intelectuales respecto a los rebeldes desprovistos de teoría política.
El sistema de clases no
se suprimirá jamás tras la revolución, si no se suprime de
inmediato y claramente en la subsociedad constituida por el
movimiento revolucionario.
- El lumpemproletariado no es la clase revolucionaria, sólo la clase obrera puede terminar con el sistema capitalista, pero el lumpemproletariado es hoy una clase revolucionaria, ¡Viva la chusma!
DOCUMENTO
11:
Copia de un alumno del Collège d’enseignement technique,
posterior a Mayo del 68. Publicado en Manuel
de destruction civique à l’usage des élèves de CET et de leurs
professeurs,
folleto anónimo, sin fecha (1971).
Entonces
ese día al mediodía el sol no se había levantado aún qué estaba
haciendo. Estaba en huelga. Pues sí estaba en huelga porque desde
hacía 18090602,3 años no había sido aumentado. Y en el cielo
aunque sin verlo se le oía gritar sus lemas:
— «Pasta
charlot. Pasta charlot»1.
Por su parte el presidente tampoco estaba inactivo. Hizo venir a la
policía con las porras y a los bomberos con sus mangueras.
El
Sol gritaba o pasta o incendio todo y basta.
El
presidente le decía que volviera al trabajo o haría que sus
bomberos lo apagasen. Dicho y hecho. El sol se apagó. El presidente
triunfaba.
Pero
no por mucho tiempo en efecto a algún tiempo de allí los hijos del
sol se rebelaron y retomando la obra de su padre incendiaron la
presidencia. El presidente fue derrotado. Los soles se salieron con
la suya.
1
Se
trata de un lema que los trabajadores coreaban en las
manifestaciones para reclamar a Charles (charlot) de Gaulles que
desbloqueara el crédito [N. de la T.].
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