

Reseñas, ecos:
La historia del siglo xx es la historia del conflicto y las alianzas entre tres figuras: el sabio, portador de la inteligencia acumulada en infinitos gestos de producción, creación y reflexión; el mercader, que convierte los productos de la inteligencia humana en mercancía; y el guerrero, expresión de la violencia que regula la relación entre inteligencia y mercancía, entre saber y técnica.
El movimiento del 68 trató de liberar al sabio del control del mercader y el guerrero, opuso la autonomía y la autoorganización de la inteligencia colectiva al poder del dinero y la violencia. Después vino el contraataque capitalista de los años 80 y 90, la aparición del capitalismo digital, la proliferación incontrolada de identidades agresivas, la guerra global permanente decretada por la administración Bush... Sometido al mercader y al guerrero, el sabio acumula un enorme sufrimiento psicológico, expresado en las nuevas patologías de la atención que atraviesan hoy mismo nuestras sociedades.
¿Puede politizarse ese sufrimiento? ¿Puede construirse la independencia de las formas de vida fuera del circuito de la acumulación y el beneficio? ¿Pueden crearse otras instituciones de saber conectado, compartido? Para ello el sabio tendrá que tejer un vínculo inédito entre saber y no saber, entre la potencia del pensamiento y el amor por lo desconocido, lo que aún no sabemos, lo imprevisto.
Michel Houellebecq (La Réunion, 1958) ha sobresaltado a la literatura francesa con cinco novelas, además de una biografía de H. P. Lovecraft y otros títulos misceláneos. Pero antes de convertirse en la polémica estrella que es hoy en Francia y media Europa, Houellebecq publicó cuatro poemarios que vieron la luz a lo largo de la década pasada. En ellos el poeta parte de la observación de la realidad cotidiana en versos que a veces no son más que huellas de tal mirada: expresión tragicómica y lírica de una subjetividad implacable. Otras, en cambio, los versos se lanzan desde la cima de tal observación para caer sobre convencionalismos e ideas dominantes. El poeta es antes que nada cirujano de su propia vida, y en sus soliloquios trata de entender y encontrar una razón para su existencia. Casi siempre hurga en lo leve de nuestras vidas, la segura caducidad de nuestros cuerpos, en los intentos vanos de amplificar elásticamente el deseo más allá de su límite, en la derrota ciega de una libertad liberal, de una moral de plástico.
Tras publicar Renacimiento, en 2001, Acuarela & A. Machado reúnen el resto de su obra poética en este tomo llamado Supervivencia.