Encontramos este hermoso texto sobre el libro Guerrilla, de T. E. Lawrence, en el blog de Zo Brinviyer (Te anuncias como la sed), Premio de Teatro para Autores Noveles Calderón de la Barca 2010 por su obra El deseo de ser infierno.
En estos días de aislamiento pienso en ese misterioso libro que escribió T.E. Lawrence, Guerrilla, en el que desvela con clarividencia las estrategias del combate en el desierto. Lawrence está convencido de que la guerra puede vencerse sin derramar sangre, es decir, sin librar la batalla. Su idea de guerrilla se basa en la ausencia, en el conflicto a distancia, en la invisibilidad. Lawrence propone “no entrar jamás en contacto con el enemigo, no ofrecerle nunca un blanco”.
Lawrence comprende que la disciplina del ejército regular impone un límite de energía alcanzable, restringe y asfixia la individualidad para obtener el mínimo común denominador de los hombres. Y sabe que la preparación del guerrero debe ser tan meticulosa a nivel físico como moral y espiritual, porque ante el enemigo siempre estamos solos. Lawrence afirma que “en la guerra irregular si dos hombres están juntos uno está siendo despreciado. La tensión moral que implica la acción aislada hace de esta forma de guerra simple algo muy duro para el soldado individual, y exige de él una iniciativa especial, resistencia y entusiasmo”.
Como soldado en el margen le pregunto a Lawrence quién va a recogerme si me derrumbo, si dudo, si ardo, si enfermo.
Lawrence propone ser como el viento, estar en todas partes y en ninguna, siempre en otro lugar, negándole al enemigo un blanco contra el que disparar. No ver al enemigo, ni dejarse ver por él. Desaparecer. Porque “los fantasmas pueden causar mucho miedo a los ejércitos”.
Que llo digan ao Cid Campeador e a Santiago o Maior,o matamouros, que moito despois de mortos seguían sendo o terror dos inimigos.
ResponderEliminarEu preguntaríalle a Lawrence como seguir mantendo vivo o entusiasmo sen saber exactamente cando podes estar sendo o branco.
Un resistente saúdo.