sábado, 17 de marzo de 2007

EL SABIO, EL MERCADER Y EL GUERRERO

DEL RECHAZO DEL TRABAJO AL SURGIMIENTO DEL COGNITARIADO
Franco Berardi, (Bifo),
es hijo del movimiento creativo de los años setenta en Italia (particulamente en Bolonia). Fundó con otros compañeros la primera radio libre en Europa: la mítica Radio Alice. Durante años, ha seguido de cerca las transformaciones del trabajo y la comunicación, inscribiendo siempre sus reflexiones en prácticas de comunicación alternativas, como el proyecto Rekombinant o el movimiento de televisiones de calle contra el despostismo mediático en Italia. En castellano ha publicado: La fábrica de la infelicidad (Traficantes de Sueños, Madrid, 2003), Telestreet: máquina imaginativa no homologada (El Viejo Topo, Barcelona, 2004). Publica regularmente en la revista Archipiélago. El Viejo Topo le dedicó un dossier completo en su número 203 (febrero 2005).

La historia del siglo xx es la historia del conflicto y las alianzas entre tres figuras: el sabio, portador de la inteligencia acumulada en infinitos gestos de producción, creación y reflexión; el mercader, que convierte los productos de la inteligencia humana en mercancía; y el guerrero, expresión de la violencia que regula la relación entre inteligencia y mercancía, entre saber y técnica.

El movimiento del 68 trató de liberar al sabio del control del mercader y el guerrero, opuso la autonomía y la autoorganización de la inteligencia colectiva al poder del dinero y la violencia. Después vino el contraataque capitalista de los años 80 y 90, la aparición del capitalismo digital, la proliferación incontrolada de identidades agresivas, la guerra global permanente decretada por la administración Bush... Sometido al mercader y al guerrero, el sabio acumula un enorme sufrimiento psicológico, expresado en las nuevas patologías de la atención que atraviesan hoy mismo nuestras sociedades.

¿Puede politizarse ese sufrimiento? ¿Puede construirse la independencia de las formas de vida fuera del circuito de la acumulación y el beneficio? ¿Pueden crearse otras instituciones de saber conectado, compartido? Para ello el sabio tendrá que tejer un vínculo inédito entre saber y no saber, entre la potencia del pensamiento y el amor por lo desconocido, lo que aún no sabemos, lo imprevisto.

Fragmento en codoacodo

Reseñas, ecos:

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