"La Tierra de Mira Detrás": cosas nunca vistas en la historia del cine


Sí, quizá la frase de Werner Herzog para describir el documental Land of Look Behind sea algo exagerada ("Esta película logra cosas nunca vistas en la historia del cine"), pero tampoco le anda muy lejos. Jim Jarmusch, por su parte, dijo de esta película que es "chocante... bella... casi perfecta".

En 1981 Alan Greenberg (con un equipo en el que también estaba Jörg Schmidt-Reitwein, socio de Herzog) se acerca a Jamaica a rodar imágenes del funeral de Bob Marley, pero la riqueza de lo que observan en el país caribeño amplía el plan original y, como dice el NY Times, les lleva a embarcarse en "una especie de meditación sobre la música y la religión de la isla, sus tradiciones y su orgullo, un acercamiento a las actividades cotidianas de sus habitantes y algunas de sus esperanzas para el futuro".

Werner Herzog también dijo que es la película que mejor capturaba la Vida, o algo así, y no le faltaba razón. Land of Look Behind puede interesar mucho a lo ya convertidos a los misterios musicales de Jamaica (como las apariciones de Gregory Isaacs y el poeta Mutabaruka), pero ofrece bastante más.

Citando de nuevo el artículo del NY Times, es un documental que "no satisfará a los espectadores que les gusta que les expliquen todo, ya sea con una voz en off o con una trama mundana y previsible. No tiene ni lo uno ni lo otro y ahí reside su pequeña debilidad y su distintiva potencia". (Robert Palmer)

Y por primera vez, que sepamos, os traemos los subtítulos en español (de Tomás Cobos). Se agradecen las sugerencias/correcciones sobre fallos y demás. La película entera la tenéis aquí, creo que se puede bajar fácilmente para ponerle los subtítulos.


Preparen el cáliz y disfruten.


Feliz cumpleaños, Bob

Un día cálido como hoy, en 1945, nació Bob Marley, en Nine Mile, Saint Ann, Jamaica (por eso lo de "cálido"). 

No vamos a hacer un nuevo panegírico de su vida, ya hay bastantes, pero sí queríamos recordarle con algunos materiales: un vídeo en directo con letra incluida; un fragmento breve de Bass Culture: la historia del reggae (Lloyd Bradley) sobre la que para muchos es la época más interesante de los Wailers (y de Bob) y también la menos conocida fuera del mundo de los aficionados al reggae: el breve pero intenso periodo creativo con el productor Lee Scratch Perry; y por último una de las películas que quizá lo reflejen mejor.








  • Primero el tema en directo con letra: se trata de War. El vídeo ya lleva la letra traducida pero la reproducimos también debajo.




Hasta que la filosofía que hace
A una raza inferior y a otra superior
Sea definitiva y totalmente desacreditada
Y abandonada;
En todos lados habrá guerra.
Yo digo "Guerra".

Hasta que no existan
Ciudadanos de primera y segunda clase
En cualquier nación;
Hasta que el color de la piel de un hombre
No tenga mayor relevancia que
El color de sus ojos;
Yo digo "Guerra".

Hasta que los derechos humanos básicos
no sean garantizados por igual a todos,
sin excepción de razas,
es la guerra.

Hasta ese día,
el sueño de paz duradera,
la ciudadanía mundial y las leyes de la
moralidad internacional
no serán nada más que una ilusión
efímera que se buscará pero nunca se obtendrá;
Ahora en todos lados hay guerra, guerra.

Y hasta que los viles y miserables
regímenes que atenazan a nuestros hermanos
en Angola, Mozambique , África del Sur.....
en una esclavitud infrahumana, hayan sido
derrocados y destruidos en sus cimientos
en todos lados habrá guerra, digo "guerra".

Guerra en oriente, guerra en occidente,
guerra en el norte, guerra en el sur,
guerra, guerra, rumores de guerra.

Y hasta ese día, el continente africano
no conocerá la paz, los africanos lucharemos,
lo vemos necesario y sabemos que ganaremos
ya que confiamos en la victoria

del bien sobre el mal, del bien sobre el mal.

  • A continuación, el fragmento del capítulo de Bass Culture que narra esa época en que los Wailers se aliaron con el astronauta jamaicano Lee Scratch Perry para contribuir a levantar los cimientos del mejor roots, antes de dar el salto al estrellato mundial.

Visto el panorama, hacía falta que diera el primer paso un inconformista. ¿Y qué podemos encontrar más inconformista que la combinación volátil e inteligente de los tres Wailers (Peter Tosh, Bunny Wailer y Bob Marley) y el productor Lee Perry? Individualmente eran ya capaces de dar al mundo algo sobre lo que reflexionar. Juntos, su actitud no podía encontrar otro canal que el de la rebeldía más seria. Scratch y Bob tenían aproximadamente la misma altura y compartían el carácter peleón que se suele asociar a hombres de menos de un metro setenta, con una curiosidad insaciable e inquieta. Los tres Wailers habían tenido encontronazos recientes con la ley: a Peter lo habían detenido junto a Prince Buster en una manifestación contra Rodesia; Bunny acababa de cumplir una condena de un año en la cárcel por posesión de marihuana; lo mismo que le había ocurrido a Bob, aunque en este caso la condena había sido de un mes. Bob también había pasado más de un año viviendo y trabajando en Wilmington, Delaware, por lo que había tenido un contacto de primera mano con las luchas negras en Estados Unidos y, como veremos más adelante, había aprendido mucho de su mánager negro estadounidense, Danny Sims. Aunque el número de seguidores que tenían estaba en crecimiento, los Wailers tenían reputación de problemáticos con P mayúscula para los empresarios de la industria discográfica. Lee Perry era y es un incordio de primera categoría y ni siquiera le hacía falta llevar la contraria a propósito, pues de manera natural se enfrentaba a tendencias que ni siquiera existían.

Era inevitable que esta alianza se metiera de cabeza en el roots reggae pese a partir desde puntos de vista dispares como la injusticia en el gueto y las baladas de amor con armonías a tres voces de la vieja escuela, ya que la consciousness o letras de conciencia negra y el comentario social eran los dos principales pilares de los Wailers. Ya hemos hablado de sus dramas de rudies, pero antes de esa época sus principales producciones para Studio One a principios de los sesenta habían sido un single titulado Rasta Put It On y las aventuras en solitario de Peter Tosh, Maga Dog y Rasta Shook Them Up. El grupo llevaba estudiando el pensamiento rasta desde principios de la década y ahora estaba sacándolo a la luz: Bob ya había comenzado a dejarse rastas en el pasado, antes de volver al corte afro; y durante el concierto del Día de la Independencia de 1968 en el teatro Regal, mientras otros artistas iban bien vestiditos y cantaban tonadillas llenas de optimismo, Bob Marley salió al escenario con vestimentas de rasta y sandalias y soltó un cántico rastafari. Aguantó en escena toda la canción, ignorando las risas de desprecio que llegaban desde el público. Por su parte, Scratch era el productor de Kingston más innovador, el más ingenioso, el más intelectual, el más dispuesto a tomar riesgos, con un estilo muy elaborado, culto y lúcido, y se había sumergido en la pocomania, los ritos evangélicos y el pensamiento rasta desde un punto de vista musical y espiritual. En 1969 tenía los bolsillos repletos gracias a los ingresos de sus instrumentales bajo el nombre de Upsetter en el Reino Unido y estaba deseoso de utilizar su dinero en algo un poco más gratificante artísticamente que el nuevo coche que le acababa de llegar desde Inglaterra.






  • Y, por último, la película que hemos elegido es Marley, de Kevin MacDonald. No sé si será la historia "definitiva", como reza el póster de la película (lo hemos puesto más arriba), pero por ahí le andará. Conozco bastante gente que la ha visto, sin tener antes mucha idea del personaje o de Jamaica, y se han emocionado. Tiene también sus detractores (pocos), pero no deja indiferente. Os dejamos con el trailer.
¡Feliz cumpleaños, Bob!


El Black Power de La Diáspora Negra (libro de Ronald Segal)

Village Festival, de Inatace Alphonse
Como ya comenté en su día, The Black Diaspora es un auténtico monumento en papel sobre la diáspora negra, la vida en el exilio forzado del pueblo negro esclavizado por las potencias colonialistas occidentales. No podía faltar en nuestra colección de literatura reggae ya que coincide plenamente con la visión conscious que tiene el movimiento rasta de la historia: conciencia de la negritud, del origen en África, conciencia de la propia historia. Contar la historia no contada, la de los esclavos, de los padecimientos y calamidades sufridas, pero también de su cultura, sus revueltas, su valentía, su dignidad. De su orgullo. Puro Black Power.

Yo descubrí el libro al leer Bass Culture: la historia del reggae de Lloyd Bradley, en la selección de bibliografía comentada que incluye al final. Esto es lo que dice Bradley (hijo él mismo de la diáspora negra):


Ronald Segal, The Black Diaspora (Faber and Faber). Que no os desanime cierto aroma a libro de texto; The Black Diaspora es una obra absorbente que sigue, de manera bastante literal, la diáspora negra desde África al Caribe y el continente americano, y después a Europa. Una iniciación de valor incalculable para quienes estén remotamente interesados en cualquier forma de arte negro, ya que traza un recorrido físico y cultural hasta los orígenes de cada fenómeno sociocultural en el África previa a la esclavitud.

Aunque también puede asustar el grosor del libro (pese a no llegar al volumen de Bass Culture) y la ausencia de fotos o ilustraciones (me he pasado horas fascinado buscando imágenes en internet), es un libro que deja marca, desde el cuestionamiento inicial del argumento que daba por hecho que un pueblo "avanzado" estaba en derecho de esclavizar a otro supuestamente menos avanzado --algo que desmonta Segal--, hasta un análisis concienzudo de la historia reciente de esas comunidades negras y los países en los que han vivido, pasando por la cruda descripción de las condiciones bajo la esclavitud, las rebeliones, las representaciones artísticas, incluyendo las riquísimas expresiones musicales (Cuba, Brasil, Jamaica, EEUU...). Todavía no me entra en la cabeza cómo es posible que Ronald Segal haya escrito además de este libro tantas otra obras, incluyendo textos sobre la historia de la India, Leon Trotsky, el dólar estadounidense, Israel, etc. etc. etc. (incluyendo un libro sobre la esclavitud del pueblo negro en el Islam). ¡De dónde sacaba el tiempo este señor!

Durante la lectura he señalado montones de páginas que quería incluir aquí a modo de ejemplo, pero al final he optado por elegir solo tres citas breves que muestran la capacidad de síntesis y análisis de Segal (disculpad la apresurada traducción, si algún día lo publicamos la revisaré a fondo).


[...] Toda la angustia de la esclavitud habría sido intolerable sin algún medio de buscar algún sentido y consuelo, y entre estos medios estaban los cuentos. Había narradores de estos cuentos que le daban una vuelta de tuerca al texto del Génesis. [...] Aquí había un medio en el que la idea de la supremacía blanca se confrontaba, dando la vuelta a la idea reiterada por los blancos de que sobre la raza negra había una maldición divina que la Biblia confirmaba.
Entre los más ricos en variedad y color estaban los cuentos de esclavos con animales como personajes. Algunos comunicaban la recomendación de una estrategia de resistencia. En uno de ellos, un esclavo se encuentra con un animal, y este comienza a hablar con él, pero el esclavo se va corriendo y se lo dice al amo. El amo le advierte de que será castigado si resulta que está mintiendo y a continuación se dirige a comprobar con sus propios oídos si es cierto que el animal habla. Pero el animal no dice una palabra y castigan con latigazos al esclavo. Cuando el esclavo regresa para quejarse al animal, este responde: "Ya te lo dije el otro día, negro, hablas demasiado".
[...] En un sistema con una represión tan rigurosa y unos castigos tan atroces, la revuelta era una respuesta que solo podía venir de un espíritu lleno de furioso desafío. El hecho de que se registraran tantas revueltas organizadas era prueba de ese irreprimible espíritu negro que el sistema sureño (de EEUU) reconocía al dedicar tanto esfuerzo a quebrarlo. Los actos individuales contra los amos, los vigilantes negros y otros blancos eran más numerosos. Los incendios provocados eran, después del robo, la forma de delito más común de la que se acusaba a los esclavos. Los esclavos también se automutilaban como forma de castigar a sus amos. Y siempre estaban los que por desesperación o venganza optaban por el suicidio. [...] Miles de esclavos intentaban escapar en busca de su libertad cada año. La mayoría eran jóvenes y varones, pero los casos de fugitivos de mayor edad o mujeres no eran extraños ni mucho menos. A veces huían de los castigos, antes o después de los mismos; a veces, en protesta por el maltrato; a veces, para reunirse con los miembros de sus familias de quienes les habían separado. A veces huían de amos que se enorgullecían de tratar a sus esclavos con especial amabilidad. La propia sorpresa de que hubieran huido expresada en los anuncios publicados para su captura pone en evidencia lo mucho que les costaba a los sureños blancos entender que los esclavos pudieran huir por el sencillo motivo de que querían ser libres.
David Edward Cronin, 1888

[...] La religión como forma de revuelta de los negros y pobres ha tomado otra forma en Jamaica, para extenderse después, sobre todo entre los emigrantes jamaicanos, por toda la diáspora. Influidos por la ideas de Marcus Garvey, que mantenía que los negros son el pueblo elegido de Dios, el movimiento rastafari surgió en 1930, para proclamar que Ras Tafari, coronado ese mismo año como Haile Selassie I, emperador de Etiopía, era la reencarnación divina. Se trata de un movimiento tan político como religioso que desafía a "Babilonia", es decir, el poder blanco y el materialismo, y aglutinaba tanto a pacifistas que buscaban retirarse a vidas de sencillez devota como a los que defendían la violencia como vehículo de liberación. El destronamiento de Selassie en 1974 y su muerte el año siguiente provocó un desplazamiento teológico entre algunos de sus seguidores, mientras que otros se negaron a creer la noticia. El rechazo de "Babilonia", crucial en su ideología [...], se mantuvo inmutable, con nuevos conversos al mensaje rastafari a través del reggae. [...] El hecho de que las grandes confesiones cristianas no lograran el seguimiento de los negros en Jamaica queda ilustrado por el auge del pentecostalismo, cuyas dos iglesias lograron un incremento en el número de fieles del 4 por ciento de 1963 al 20 por ciento en 1970. No cuesta entender el motivo. El pentecostalismo, una forma de fundamentalismo cristiano que se centra en el Espíritu Santo, ofrece dignidad a los marginados y los desposeídos, ya que enseña que cada persona tiene un valor individual y, "al recibir el Espíritu", recibe dones supernaturales. Para el pueblo negro, el atractivo de esta idea se potencia por unas creencias y unas prácticas que están en armonía con su propia herencia, desde la invocación del Espíritu Santo, los ritos de sanación y los bailes y los ritmos con los pies y manos durante la adoración, hasta la prohibición de alisarse el pelo.
Castera Bazile
A quien se anime a hacerse con el libro, le recomiendo que busque de segunda mano la edición que lleva en la portada el cuadro de Village Festival, de Inatace Alphonse, con el que abrimos esta entrada, en muy opinión muy superior a la que veo ahora al entrar en Amazon.
(Texto de Tomás Cobos)